EL REGRESO DE LOS DINOSAURIOS

24 de junio de 1996

Muchos recuerdan los tiempos en que había que esperar a que la radiola se calentara para poder oír música. Era la época de los amplificadores de tubos, que fueron desplazados con el invento de los transistores en 1948. Pero los que creían que los tiempos habían cambiado se van a llevar una sorpresa. Los fabricantes de equipos de sonido están volviendo a producir los amplificadores de tubos, siguiendo la recomendación de los especialistas que opinan que éstos tienen la virtud de reproducir las notas musicales con mayor exactitud que los aparatos modernos. Los nuevos-viejos amplificadores sólo pueden trabajar con las tradicionales cornetas tipo parqueadero, pues no tienen potencia suficiente para alimentar los parlantes contemporáneos. Pero como no todo lo viejo es barato, el precio de estos amplificadores reencauchados oscila entre 2.000 y 250.000 dólares en la actualidad.