En blanco y negro

Crecer o nacer: ese es el dilema

Fedesarrollo acaba de conmemorar sus 35 años con un debate sobre qué hacer para el futuro económico de Colombia. Una de las propuestas más originales fue la del ex ministro de Hacienda Rodrigo Botero, quien hoy vive en Estados Unidos. Durante su exposición, Botero señaló que en Colombia siempre se ha dado por descontado el tema del control a la natalidad, pues el ritmo de crecimiento de la población parece no ser de interés de los gobiernos. “Es algo que se toma por dado e inmodificable, como el clima o la ubicación geográfica del país”. Para Botero, el crecimiento demográfico es uno de los principales generadores de desigualdad: en las clases altas y de ingreso medio se dan “tasas modernas de fecundidad”, mientras que las “tasas primitivas” se registran en las regiones más atrasadas y pobres. “Esta dualidad acentúa la desigualdad (...). La combinación de bajo nivel de educación materna y altas tasas de fecundidad perpetúa la pobreza al limitar las posibilidades educativas y luego laborales de la nueva generación. El logro de una aceleración del crecimiento económico y de una mejoría sustancial del nivel de bienestar social requerirá una acción estatal decidida y vigorosa de prestación de servicios relacionados con la planificación familiar y la salud sexual y reproductiva”, dijo. En un país donde lo urgente siempre está antes que lo importante en la agenda pública, ¿tendrán eco las recomendaciones de Botero?