EN LA TORRE

10 de octubre de 1994

BUENAS NOTICIAS han tenido los amantes de la torre inclinada de Pisa (Italia), uno de los monumentos más famosos del Viejo Continente.

Construida en el siglo XIV por Pisano, el archifamoso edificio está cerrado al público desde 1990 por la amenaza de derrumbe que encierra el aumento de su inclinación. Desde entonces ha estado siendo objeto de trabajos tendientes a asegurar que no se venga abajo, lo que no ha podido, apesar de todo, disminuir el flujo de turistas que verano a verano visitan su extraña figura.

El ingeniero jefe de esos trabajos, el italiano Michele Jamiolkowski, anunció la semana pasada que la aplicación de 600 toneladas de lingotes de plomo en la base del edificio ha logrado, tras muchas dudas, reducir la inclinación de la torre, que en total es de más de cinco metros, en 2,2 centímetros, lo cual permite un pronóstico optimista sobre su estabilización definitiva.

El ingeniero informó también que en octubre se iniciará otro complicado proyecto para instalar 10 cables de acero que serán enterrados a 50 metros de profundidad y producirán una fuerza equivalente a 10.000 toneladas.

En espera de las operaciones definitivas, se dice que el monumento podría reabrirse al público en 1995.