EXTRAÑOS VISITANTES

5 de julio de 1993

LA SEMANA PASADA Jerusalén recibió la visita más extraña de su historia reciente. Ciento noventa y dos libios dejaron de lado la circunstancia de que su país está formalmente en guerra con Israel y visitaron el país para orar en los lugares sagrados del Islam que están situados en la capital.
El hecho produjo las reacciones más disímiles. Mientras algunos en el gobierno del laborista Yitzhak Rabin la elogiaban como una apertura hacia el diálogo de paz con el régimen radical del coronel Muammar Gaddaffi, otros la consideraban una inconveniencia, dada la enemistad irreductible de los libios .
Los propios musulmanes de las zonas ocupadas consideraron que era un contrasentido visitar Jerusalén mientras el estatus de la ciudad estuviera sin definir. Sin embargo, fueron los propios peregrinos quienes se encargaron de disipar las dudas cuando llamaron a sus correligionarios a destuir Israel y convertir a Jerusalén en capital de Palestina. El viaje terminó abruptamente, en medio de expresiones de desagrado del mismo gobierno israelí que lo había permitido.