Guerra genética

El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada unas nuevas reglas para la venta de alimentos genéticamente modificados

7 de julio de 2003

El Parlamento Europeo aprobó la semana pasada unas nuevas reglas para la venta de alimentos genéticamente modificados, o transgénicos, en el Viejo Continente. La nueva norma, que deberá ser ratificada por los 15 países de la Unión este año, obliga a ponerles etiquetas especiales a esos productos agrícolas y a mantenerlos en todo momento aislados de los tradicionales. Desde hace cinco años los europeos han impedido la importación de transgénicos, lo que ha irritado a los exportadores estadounidenses, que ven en los argumentos sanitarios de los europeos un proteccionismo disimulado, y llevaron la disputa ante la Organización Mundial del Comercio. Con la nueva norma los europeos, en teoría, dejarían al consumidor final la decisión de comprar o no los transgénicos. Pero los estadounidenses se quejan de que las reglas son tan complicadas que serán incumplibles en la práctica. Las reacciones de empresarios y funcionarios de Estados Unidos han sido tan fuertes que ya muchos anticipan una nueva guerra comercial con los europeos.