Isagén: vender o no vender

23 de mayo de 2010

Aplazar la venta de Isagén para que sea el próximo gobierno el que tome la decisión es a todas luces sensato. Sin embargo, el hecho terminó por generar incertidumbre en los mercados. Las tasas de la deuda pública subieron y la acción de Isagén cayó 4,7 por ciento, una vez se conoció la noticia. El aplazamiento generó temor entre los inversionistas, porque esa venta representaba tres billones de pesos para las finanzas públicas. El gobierno tendrá que cubrir este faltante con más deuda. La venta de Isagén no es un tema reciente; lleva más de dos años engavetado porque al presidente Uribe se le ocurrió la idea de venderle la compañía a EPM. Lo que iba a ser una venta a través de una privatización, se quería acelerar convirtiéndola en un negocio entre empresas públicas, con lo que se evitaba el dispendioso cumplimiento de la norma de privatizaciones. Eso implicó dilatar la discusión, porque fue necesario pedir conceptos al Consejo de Estado y analizar posibles modificaciones a la regulación del sector eléctrico. Esa decisión embolató todo el negocio y ahora se están pagando las demoras.