Mafia Poscuminista

LA VIOLENCIA mafiosa, que para los lituanos solo existía en las películas de gángsters, se ha convertido en parte de su vida cotidiana. La semana pasada una bomba destruyó las instalaciones de la compañía Ford, y fue asesinado el editor del diario Republika, al parecer por sus denuncias contra la tolerancia de las autoridades frente al crimen organizado. Lo más sorprendente son las declaraciones de algunos gerentes de empresas , que han afirmado ser víctimas extorsión por parte de antiguos agentes de la "Seguridad Comunista" que hoy se han agrupado en agencias privadas. El alcance de los capos es tal que según empresario, "la única diferencia entre una gran firma y otra pequeña es que la primera negocia directamente con los jefes y la pequeña con sus secuaces".