MEA CULPA

EL PRIMER MINISTRO japonés hizo una confesión dolorosa la semana pasada, cuando reconoció la responsabilidad oficial en la prostitución forzada de más de 150 mil mujeres sobre todo coreanas y chinas- en los frentes militares japoneses de la primera mitad del siglo. La declaración fue hecha en la visita de Kiichi Miyazawa a Corea del Sur. Pero detras de ese golpe de sinceridad esta un historiador quien tres semanas hizo desplomar la verdad oficial. Según el periódico Asahi Shimbun, Yoshiaki Yoshimi estaba viendo TV cuando escuchó de nuevo la versión que reconocía la existencia de las "estaciones de descanso", pero de particulares. Yoshimi recordó que en sus investigaciones había visto documentos oficiales que ordenaban la creación de una de esas "estaciones", con su dotación de personal. El periódico hizo el resto. Se supo que el gobierno dotó los burdeles con jóvenes secuestradas que eran obligadas a recibir continuamente a sus "clientes" con intervalos de 15 minutos. Miles murieron por enfermedades venéreas y a manos de los propios soldados.