No todo fue a la basura

6 de abril de 1992

MIKE MILKEN, EL creador de los famosos bonos basura, un imperio avaluado en unos 300 mil millones de dólares, sigue siendo noticia aun cuando se encuentra tras la rejas por violar las leyes de impuestos y burlar las reglas del juego de Wall Street. En el momento de su caída su fortuna se estimó en unos 1.500 millones de dólares, aun después de haber pagado 650 millones de dólares de multa al gobierno de Estados Unidos.
La semana que pasó la Drexel Burnham Lambert, firma para la cual trabajó, anunció que logró un acuerdo con Milken para retirar las demandas en su contra, a cambio de que el pionero de los junk bonds cancele 1.300 millones de pesos como indemnización. Pero la verdadera noticia es que Milken, después de quedar a paz y salvo con sus acreedores, logró conservar 125 millones de dólares de su fortuna, lo que es toda una hazaña.
El arreglo de las demandas incluye al tesoro norteamericano, antiguos empleados de Drexel y la misma Drexel que hoy trata de renacer de entre sus cenizas después del colapso. Milken cancelaría 500 millones de dólares adicionales para arreglar el asunto, cerca de un 80 por ciento de lo que debía responder en el lío.