PEQUEÑOS EMPERADORES

MUY POCO SOCIAlistas parecen ser las nuevas generaciones de chinos, pues están plagadas de hijos únicos, resultantes de la política demográfica implantada en 1981 de permitir sólo un retoño por pareja.
El gobierno confió en el sistema de guarderías y educación preescolar para que los alumnos aprendieran allí a considerar al prójimo y tuvieran "seudohermanos". Pero el programa no contempló instrucción para los hogares, lo que produjo millones de "pequeños emperadores" consentidos y egocéntricos, que suelen ser todo menos ciudadanos colaboradores y de conciencia colectivista. El problema parece residir en que el estilo autoritario del plantel se ve contrastado por la actitud permisiva en la casa, donde los pequeños hacen lo que les viene en gana, lo que presenta dos códigos de conducta aparentemente aceptables.
El sistema de hijo único redujo el índice de natalidad pero, aún así, China ajustó este año 1.200 millones de habitantes, una cifra que esperaba para dentro de cinco años.