PERDON Y OLVIDO

15 de mayo de 1995

ALEMANIA VIVE POR estos días una intensa polémica sobre cómo conmemorar los 50 años del fin de la Segunda Guerra Mundial. "Si en Alemania vamos a celebrar el fin de la guerra y el comienzo de la paz debemos invitar a nuestros amigos y socios, especialmente aquellos que fueron invadidos por Hitler", sostuvo Rudolf Scharping, el líder del opositor partido socialdemócrata. Pero el problema se complica porque no todos los alemanes comparten la visión del primer ministro Helmut Kohl o del mismo Scharping. Grupos de derecha critican al gobierno por no condenar el hecho de que Alemania no sólo fue victimaria sino víctima. Y recordaron que al finalizar la Segunda Guerra Mundial cientos de minorías de origen germano fueron expulsadas de Europa del este. Sea como fuere, los más conciliadores proponen una conmemoración sin retaliación y más bien con mucha reflexión. Al fin y al cabo, los europeos se han batido muchas veces en su propio continente y muchas de veces también se han reconciliado.