¡Qué rollo de cifras!

4 de noviembre de 2006

Definitivamente, el gobierno se enredó en sus propias estadísticas. Basta ver la confusión que se armó la semana pasada en el país con la publicación de las cifras sobre empleo. Esta vez por cuenta de que el Dane no sólo aumentó el tamaño de los encuestados y mejoró el contenido de los formularios, sino que además introdujo en la presentación de los datos de septiembre nuevas series y promedios para los indicadores del mercado laboral. Y gracias a esos cambios, hoy hay tres tipos de interpretaciones: que en el promedio de 12 meses cae la tasa de desempleo, que en lo corrido del año es estable y que en el mensual se pierde un millón de empleos. Mejor dicho, aún no se sabe con claridad qué pasa con el empleo. Y lo que es peor, el mismo gobierno no está convencido de que los cambios introducidos por el Dane sean buenos, porque no son enteramente comparables con los de hace un año y no sirven para analizar la dinámica sectorial. Pero lo más triste de todo es que el problema no está en las estadísticas. Más allá del mero análisis coyuntural de las cifras, la pregunta de fondo es por qué si la economía crece al 6 por ciento, el empleo en el agro y la industria se está rezagando. ¿Cómo es posible que entre junio y septiembre pasado se hayan perdido 400.000 empleos en el campo, según el Dane? Son tantas las preguntas y tan pocas las respuestas...