SEÑOR COMPAÑERO

21 de marzo de 1994

LA EXPRESION "SEñor" estaba desterrada del léxico de los cubanos hasta hace un par de años. Asociada con las desigualdades sociales desde la revolución de 1959, llamar a alguien de ese modo se convirtió en un símbolo de disidencia utilizado por quienes no comulgaban con el régimen. De ahí a que derivara en insulto revolucionario no hubo sino un paso. En efecto, la expresión "compañero" se hizo tan natural que llamar a alguien "señor" era una ofensa política contestada, con indignación, con un duro "compañero, y más compañero que usted posiblemente". Pero ahora la presencia de turistas ha hecho revivir el "señor" -ante la perplejidad de los cubanos- como una exigencia del servicio. Era lógico, pues resulta raro que un mesero le diga al cliente: "¿El compañero desea más té? ".