A ULTIMA HORA

21 de diciembre de 1998

La reciente conmemoración de los 80 años del final de la Primera Guerra Mundial produjo una avalancha de condecoraciones para los pocos veteranos que todavía quedan vivos. La última fue la impuesta al británico Herbert Tompkins, a quien le fue concedida la Legión de Honor de Francia. Lo malo es que cuando el encargado de imponerla se disponía a trasladarse al domicilio del homenajeado supo que estaba gravemente enfermo. Con la ayuda de una escolta policial logró llegar al hospital y realizar la entrega. Tompkins la recibió en plena conciencia y murió cinco minutos más tarde. Tenía 101 años.