Una buena temporada

23 de octubre de 1995

LAS COMPANIAS DE seguros de Estados Unidos y, en particular, las que centran sus actividades en el área de Florida, están de plácemes. Concluída la temporada de huracanes, que normalmente dura hasta el 15 de octubre, las reclamaciones por desastres naturales fueron mínimas, comparadas con las de años anteriores. Las pérdidas que produjo el huracán Emily, el más fuerte de esta época, apenas llegaron a 30 millones de dólares, que son una fracción casi infinitesimal de los 15.500 millones de dólares que tuvieron que pagar las aseguradoras en 1992 por culpa del huracán Andrés. Y nada con respecto a los 50.000 millones que se estima tendrían que cancelar si se presenta un gran huracán que azotara de frente a Miami. -