| Foto: ARCHIVO SEMANA

TESTIMONIO

Reinaldo Castellanos

Después de una denuncia de SEMANA al general Castellanos no le quedó otra alternativa que renunciar a su cargo como comandante del Ejército. Y, a la postre, a su carrera militar.

25 de agosto de 2012

En febrero de 2006 SEMANA publicó en portada el titular ‘Torturas en el Ejército’. Allí revelaba “los más escalofriantes maltratos y abusos sexuales a los que fueron sometidos 21 soldados del Batallón Patriotas de la VI Brigada en la base militar de Piedras, en el departamento del Tolima, por sus propios superiores del Ejército”.

Preocupado por la noticia, el presidente Álvaro Uribe citó en su despacho al comandante del Ejército, general Reinaldo Castellanos. Uribe le preguntó cómo había pasado eso y qué medidas estaba tomando, a lo que el general respondió que desde tiempo atrás estaba al tanto de esa situación, la cual se estaba investigando para tomar acciones disciplinarias y penales. Le comentó que, incluso, había hablado con cada uno de los soldados afectados y sus familias.

“Yo personalmente organicé un almuerzo en el Batallón de Infantería de Patriotas y les dije a quienes quisieran retirarse del Ejército que podían hacerlo con absoluta libertad. Se fueron tres o cuatro soldados de los cerca de 24 implicados”, le dijo Castellanos al presidente. Y agregó que por las investigaciones que se estaban adelantando, el comandante del centro de entrenamiento ya había sido retirado del mando.

A Uribe, sin embargo, “lo que más lo alarmó fue que el tema se hubiera filtrado a SEMANA y el escándalo que se armó. Él reaccionó fue a la portada”, agrega el general. Recuerda haber percibido en esa reunión que el presidente no le creyó. “Así que le dije que si quería me retiraba del servicio activo, y, al día siguiente de esa reunión, presenté mi carta con la frente en alto”.

Con esa renuncia terminó la carrera militar del general Reinaldo Castellanos. También se desbarataron sus planes de permanecer como comandante del Ejército. Según explica, no sabe si el expresidente Uribe dudó de que ya se estuvieran tomando medidas al respecto y por esto prefirió hacerse a un lado. “No tenía por qué estar informando de todo lo que pasara. Y si después de haber estado 38 años en la vida militar no me creían, lo mejor era renunciar. Esperaba que por lo menos me dieran las gracias, pero ni eso recibí”.

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