La mujer en el poder | Foto: AFP

Tendencias que cambiaron en el mundo

De 1982 al presente muchos conceptos que entonces eran incontrovertibles se han transformado para siempre.

25 de agosto de 2012

La mujer en el poder

Por Marianne Ponsford / Directora de la revista Arcadia

 

La primera Dama de Hierro no fue Margaret Thatcher. Fue la israelí Golda Meir, quien había asumido la jefatura de gobierno en 1969, diez años antes que Thatcher en Inglaterra. Han pasado muchos años, pero los medios siguen fascinados con el cliché: Angela Merkel es la Dama de Hierro de Europa y Dilma Rousseff la de Brasil. El acceso al poder político es posible para una mujer solo si ha gastado su capital erótico. Debe portarse como un hombre y, preferiblemente, parecerse a uno. Albright, Merkel, Rousseff, Clinton y Thatcher han sido mujeres maduras sin curvas, y no precisamente por flacas. Apenas dos han llegado a la Presidencia con el pelo largo y suelto. Ambas son latinoamericanas: Cristina Fernández y Laura Chinchilla. Aunque la tendencia de participación aumente –hace 30 años había 11 mujeres en el Congreso de Estados Unidos; hoy hay 95–, todavía una de cada cinco presidentas debe su triunfo a vínculos familiares, siendo esposo-político-muerto el más frecuente. Basta pensar en las primeras presidentas de América Latina –Isabelita Perón, la Kirchner o Violeta Chamorro– para comprobar la cifra.

 

La guerra contra el cigarrillo

Por Britta Verlinden / Médica. Corresponsal científica del semanario alemán Die Zeit

 

En 1987, el no fumador Warren Buffett explicó por qué le gustaba el cigarrillo: "Cuesta un centavo, se vende por un dólar y es adictivo". Hoy hay leyes que prohíben fumar en lugares públicos o que hacen que un paquete cueste una fortuna. Parecería que el mundo le está ganando la batalla a la industria del tabaco, pero no es verdad. Las ventas anuales alcanzan los 500 millones de dólares. La cantidad de fumadores y de enfermos por el cigarrillo siguen en alza. Y mientras que en el siglo XX el tabaco mató a 100 millones de personas, en el XXI los muertos serán 1000 millones. ¿Quién fuma hoy? Según la OMS, cuatro de cada cinco fumadores viven en países de ingresos bajos o medios. Conclusión: la mayoría de los ricos, como Buffet, ya no fuman.

 

El Sida bajo control

Por Silvia Camargo / Editora de la sección Vida Moderna de SEMANA

 

La llegada del Sida en 1982 interrumpió el ‘sexo libre para todos’, que pasó a encarnar el miedo. La enfermedad era una sentencia de muerte y una fuente de discriminación, al punto de que algunos la llaman la ‘lepra del siglo XX’. Muchos homosexuales, sus primeras víctimas, salieron del clóset y lucharon por sus derechos. Aunque persista la exclusión, que hoy haya espacio para la comunidad LGBTI es, en parte, consecuencia de esta epidemia que ha cobrado más de 25 millones de vidas. "El Sida nos enseñó la tolerancia y nos hizo más humanos", dice Luis Ángel Moreno, coordinador del Programa Conjunto de la ONU sobre el VIH/Sida en Colombia. El tratamiento para este mal inauguró la era de los medicamentos costosos, y con ello, según Francisco Rossi de iFarma, la lucha de los países pobres frente a las multinacionales farmacéuticas para hacer los precios más asequibles. Hoy, gracias a los avances de la ciencia, el Sida es una enfermedad crónica cuyos pacientes tienen una expectativa de vida normal.

 

La insensibilidad se impone

Por Donna de Cesare / Fotógrafa estadounidense

 

La fotografía ha sido aplaudida como evidencia, vilipendiada como espectáculo y acusada de anestesiarnos en vez de forzarnos a actuar. En su libro Ante el dolor de los demás, la ensayista Susan Sontag escribió: "La gente suele ‘desconectarse’ no solo porque una dieta regular de imágenes de violencia la haya hecho indiferente, sino porque está atemorizada". Aquellos que hemos debido cubrir, por ejemplo, la narcoviolencia en México nos enfrentamos a dilemas éticos. Además, la revolución digital elevó la apuesta para los periodistas gráficos: 300 millones de fotografías son subidas diariamente a Facebook. ¿Cómo distinguir al testigo ocular concienzudo en un mar de imágenes capturadas con cámaras de celular? Sontag observa: "La compasión es una emoción inestable que necesita ser traducida a la acción para no marchitarse". Para actuar con cordura necesitamos imágenes que reduzcan nuestra velocidad y que nos vinculen a la realidad.

 

El poder ya no es lo que era

Por Moisés Naím / Columnista experto en temas internacionales. Su más reciente libro se titula El fin del poder

 

El poder ha venido perdiendo potencia y permanencia. Sabemos que se ha desplazado: de Occidente a Oriente, de Norte a Sur, de grandes corporaciones a ágiles empresas recién llegadas, de los palacios de gobierno a las plazas públicas. Pero esto no es todo. El poder también se ha vuelto más sencillo de obtener, difícil de usar y fácil de perder. Los líderes tienen cada vez más restricciones para ejercerlo. Esto es tan cierto para el papa como para el jefe del Pentágono, para el presidente de China o de Estados Unidos y para los directores de Goldman Sachs, del New York Times o de SEMANA. El poder se ha hecho más efímero y los líderes tienden a ser más transitorios. Esta transformación ocurre en todas las esferas de la actividad humana. Y es la tendencia definitoria de nuestro tiempo.

 

Los latinos avanzan

Por Óscar Guardiola Rivera / Filósofo y escritor. Autor del libro ¿Qué ocurriría si Latinoamérica gobernase el mundo?

 

John Dinges decía que entender a Latinoamérica en los años setenta era reconocer "el hecho improbable de que la revolución social constituía una posibilidad real para millones de personas". ¿Cómo medir la importancia de lo logrado por los latinos en los últimos 30 años? Se trata de otro ‘hecho improbable’. Quizás sea la diáspora en Europa, Asia y Norteamérica. No se trata solo de remesas o de contribuir a la música y la culinaria global. El impacto es demográfico, geopolítico y cultural. Los escritores que viven en Barcelona, Nueva York, Roma y Londres son parte de un nuevo boom. La audacia político-económica de los gobiernos sorprende e inspira. La posibilidad de unos Estados Unidos ‘hispanos’ despierta interés; en 2040 esa nación será el más reciente país latinoamericano. No es coincidencia que Irán apoye un canal como HispanTV o que el emirato catarí dé un guiño al énfasis de Al-Jazeera en las Américas. Los latinos somos un polo de atracción. Esta vez, por las mejores razones.

 

La gran conquista de la justicia
Por Baltasar Garzón / exmagistrado de la Audiencia Nacional de España. Asesor de la Corte Penal Internacional

 

La Corte Penal Internacional (CPI) constituye el primer intento de dar una respuesta permanente a las agresiones que el ser humano puede sufrir por la acción u omisión de los Estados, sus estructuras y representantes, o por los responsables y partícipes de grupos criminales, en el ámbito de los delitos de genocidio, lesa humanidad y de guerra. Su efecto preventivo es tan importante como el represivo. Y hoy pocos cuestionan su efecto disuasorio en favor de la paz y de que los perpetradores no queden a salvo de sus atrocidades. La eficacia de la CPI ha sido objeto de debate desde que se puso en marcha en 2002. Pero el número de casos resueltos no debería ser el indicador, sino las situaciones afrontadas y su aceptación como organismo judicial independiente. Desde 2010, trabajando a órdenes del fiscal Luis Moreno Ocampo, he logrado conocer las labores de la CPI, que se realizan en condiciones nada fáciles. He sido testigo de los esfuerzos de las salas de la Corte que, partiendo de pareceres jurídicos dispares, consiguen líneas jurisprudenciales sólidas de referencia para los sistemas judiciales locales. El balance de la CPI es positivo. Hace diez años, solo 64 países habían ratificado su existencia. Hoy, en julio de 2012, cuenta con el apoyo de 121 naciones. Que este es un organismo judicial necesario no solo lo demuestran estas cifras, sino el hecho de que por decisión del Consejo de Seguridad de la ONU la CPI ha extendido su jurisdicción a casos como el de Libia y Sudán-Darfour. Aunque los tiempos de resolución no siempre sean los deseables, la Corte, con su primera sentencia, ha hecho historia al condenar a Thomas Lubanga por el crimen de guerra de haber reclutado niños y niñas y haberlos forzado participar en el conflicto armado en el Congo. Desde junio de 2012 la nueva fiscal general es la gambiana Fatou Bensouda. Y el trabajo de la Corte continúa en los siete países en que hay investigaciones: Sudán, Libia, Congo, Uganda, República Centroafricana, Kenia y Costa de Marfil. Así mismo, en los que existe un análisis preliminar: Afganistán, Colombia, Georgia, Guinea, República de Corea Honduras y Nigeria. Sin embargo, aún carece del apoyo de países como Estados Unidos, Rusia, China, India e Irán. Por su parte, el propio Consejo de Seguridad no ha dado curso a las órdenes de detención de Omar Al Bashir, Joseph Kony y Bosco Ntaganda, e impide una acción sobre Siria. Todo esto, sumado a la falta de fondos, pone en riesgo a la CPI y podría privar a la humanidad de una de sus principales conquistas: el tribunal que encarna la última esperanza de las víctimas de los más grandes ataques contra el ser humano frente a la impunidad.

 

Choque de culturas

Por Luisa Ciro / periodista e internacionalista

 

Con el fin de la Guerra Fría, Estados Unidos se consolidó como la única superpotencia en pie. Carecía de un contrincante ideológico y las motivaciones para encontrar un nuevo enemigo no eran claras. La Guerra del Golfo, sin embargo, que estalló solo dos años después de la caída del muro de Berlín, dejó claro que el Medio Oriente sería el foco de nuevos conflictos. Este reordenamiento tuvo un efecto importante: una nación mayoritariamente cristiana comenzaría a librar batallas contra ‘amenazas terroristas’ provenientes del mundo musulmán. Un ejemplo fue la Invasión de Irak de 2002, pues tuvo lugar en un país cuyo territorio fue la cuna de una gran civilización antigua: Mesopotamia. ¿Se cumplían las predicciones del politólogo Samuel Huntington que, en 1993, había dicho que las diferencias entre las identidades culturales y religiosas serían la principal causa de conflictos armados en el mundo tras el fin de la Guerra Fría? ¿Estaba ocurriendo un ‘choque de culturas’? Hay hechos que hacen pensar que Huntington tenía razón: tras el ataque del 9-11, la OTAN llevó tropas a Afganistán marco de la ‘Guerra contra el Terrorismo’; luego, Estados Unidos decidió unilateralmente atacar Irak. Se profundizó el antiamericanismo en Medio Oriente y se acentuó la estigmatización de los musulmanes en Occidente.

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