El virus académico según Antanas Mockus

Hay un poema de Giovanni Pico della Mirandola, un filósofo italiano del Renacimiento, que cuenta cómo Dios creó a todos los seres, incluso a los ángeles, con moldes. Pero cuando fue el turno de crear al hombre se le acabaron. Entonces Dios le dijo al hombre que él mismo se esculpiría como quisiera. Su destino estaba en sus manos.

“El humanismo consiste en eso, en reconocer que uno no está predestinado a ser de una única manera; cada uno de nosotros tiene potencial para ser lo mejor o lo peor, uno escoge”, afirma Antanas Mockus, en entrevista con SEMANA Educación.

Para él, Pico Della Mirandola se refiere a la formación y educación que cada persona determina para su vida, y que van a forjarlo en muchos aspectos.

“Modernamente la gente mira capacidades empaquetadas desde un punto de vista de utilidad. Eso se llama competencias. Entonces, de algún modo esto ayuda a organizar el mercado y a determinar que la gente sabe hacer ciertas cosas bien de acuerdo a su certificación, lo que es muy útil. Pero puede debilitar enormemente el sentido de formación”, argumenta el excandidato presidencial.

A veces, afirma el profesor, “tener competencias no resuelve los problemas de identidad”, ni responde preguntas decisivas sobre la formación como “¿Qué se quiere ser en la vida, además de competente?”.

La grandeza del hombre radica en la capacidad de forjar su propio futuro yendo más allá de lo que sabe hacer y teniendo experiencias profundas y fuertes con personas que ya están contagiadas del llamado y deseable virus académico. Una infección deseable.

¿De qué se trata? “El virus académico es creer en la discusión racional, es creer que esta puede cambiar la acción, es apoyarse al discutir en lectura y escritura, es escribir y leer para discutir y para planear la acción, y es aprovechar la acción para corregir discusiones e incorporar nuevos argumentos en la discusión”, dice Mockus.

(Escuche a Mockus hablar sobre el virus académico aquí)

¿Cómo está Colombia de virus académico? “Hay gente que nunca se contagió y hay gente que estuvo contagiada y luego se retiró”, responde Mockus refiriéndose a los académicos a quienes describe de una particular manera.

“Son fósiles vivientes que llevan 2.500 años transmitiendo el virus de uno a otro. Son también anfibios culturales que se mueven en distintos ambientes y que llevan fragmentos de verdad y de moralidad de un lado a otro. Y son parteras del futuro. La partera del futuro, decía Marx, era la violencia. Pero no; es la academia, porque le disputa y le gana de lejos a la violencia en cuanto a transformar sociedad”.

En 2008, frente a un auditorio de estudiantes en México, Mockus les animó a que tomaran el camino de la academia diciéndoles que era éste el que le había permitido transformar la realidad de siete millones de personas en Bogotá.

“Creo que la academia es, de hecho, casi la única herramienta diferente de la ‘chiripa’. El mundo cambia por azar, por procesos a veces totalmente imprevisibles; o cambia intencionalmente mejorando las opciones que tiene cada persona de sacar sus virtudes, sus bondades y sus capacidades a flote. Es algo así como sacar lo mejor de cada cual, para que lo bello triunfe”.

Como en el poema de Pico Della Mirandola, cada quien es responsable de esculpirse a sí mismo, pero también de esculpir a los demás, señala este matemático, filósofo y exrector de la Universidad Nacional de Colombia, quien actualente se desempeña como presidente de la Corporación Visionarios por Colombia (Corpovisionarios) y participará en la Cumbre Líderes por la Educación hablando sobre la importancia de la formación en humanidades.

Escuche a Antanas Mockus hablar sobre el virus académico en este video.