El libro de texto pertinente

Un estudio realizado por la Cámara Colombiana del Libro sostuvo que cerca del 81 % de los 500 colegios con más altos resultados en las pruebas Saber 11 utilizan libros de texto como apoyo didáctico para el desarrollo de las asignaturas. En cambio, entre las instituciones educativas con peores resultados en el examen de Estado, únicamente el 2 % acompaña las dinámicas del aula con libros de texto. Muchas otras investigaciones corroboran lo mismo; un buen material, con contenidos pertinentes, metodologías apropiadas y sugerencias didácticas y evaluativas, contribuye a que los procesos de aprendizaje y enseñanza sean mejores.

Los libros de texto son útiles para los maestros y estudiantes porque cuentan con materiales asignados para cada sesión, explicados detalladamente, con guías docentes, para que aborden los objetivos del aprendizaje, los propósitos pedagógicos, con el fin de que el desarrollo del curso se enmarque en directrices claramente definidas. Además, los contenidos están organizados jerárquicamente, para que los temas, las habilidades y las competencias se desarrollen progresivamente, según lo afirmó Víctor Ardila, profesor y editor de libros de Matemáticas.

Entonces, para ofrecerles herramientas a los colegios con más bajos niveles, el Ministerio de Educación ha desarrollado desde hace dos años, con el apoyo de la Universidad de los Andes, la Universidad de Antioquia y un presupuesto que supera los 70.000 millones de pesos, libros de texto de Lenguaje y Matemáticas que llegarán a cuatro millones de estudiantes en todo el país, según lo afirmó el viceministro de Educación Preescolar, Básica y Media, Víctor Saavedra. Así es que por el contexto nacional, Semana Educación consultó cuáles son las principales recomendaciones para seleccionar libros pertinentes para las diferentes asignaturas.

1. Ciencias Naturales
Los contenidos deben estar acompañados por una guía de actividades para el aula y los laboratorios, que fomenten el aprendizaje con ejercicios significativos, fáciles de realizar y de evaluar, como lo afirmó Manuel Guevara, licenciado en Biología y Química. Además, según Guevara, es fundamental que “los contenidos estén actualizados y contextualizados, y sean presentados en un lenguaje sencillo, con un material gráfico atractivo y útil para los estudiantes”. Por otra parte, según el experto en educación de la Universidad de Harvard David Perkins, los conocimientos no deberían permanecer aislados, en capítulos del libro, como si el objetivo pedagógico fuese cubrir temas. Para Perkins, hay que vincular los temas con situaciones reales. Un ejemplo puede ser relacionar la multiplicación celular con epidemias como el ébola. Desde luego, no puede faltar una guía para los docentes, con recursos didácticos, como talleres en los laboratorios, ejercicios en el aula y sugerencias metodológicas y evaluativas, según afirmó Guevara, quien ha sido autor y editor de libros de ciencias.

2. Matemáticas
Para seleccionar los libros más pertinentes, es necesario escoger un material que se articule a los propósitos de cada institución. Según Víctor Ardila, los materiales deberían desarrollar los procesos de pensamiento e incentivar las habilidades de los jóvenes para resolver problemas, pero no pueden agotarse en largo listado de ejercicios. “En este sentido, un indicador de pertinencia puede ser la contextualización y el uso de los conceptos matemáticos llevados a situaciones reales”; según Ardila, si un libro enseña a los estudiantes a resolver problemas para la vida, sirve para cualquier pedagogía. Por ejemplo, es posible acercarse a las artes islámicas desde la geometría y cuando estudien probabilidad, pueden reflexionar sobre la pertinencia, por ejemplo, de comprar un seguro de vida. También, es útil que los textos incluyan ayudas tecnológicas que motiven la profundización de las temáticas y fomenten la investigación, con plataformas, videos, y evaluaciones en línea, para que el profesor se libere de la corrección y tenga más tiempo para hacer un seguimiento más cercano. Además, es imprescindible que el libro esté acompañado de una guía de instrucción, que cuente con un soporte pedagógico y didáctico, con sugerencias metodológicas y evaluativas.

3. Español y literatura
Es importante que desarrollen las cuatro habilidades fundamentales en el área de lenguaje —escuchar, hablar, leer y escribir—. Sin embargo, la lectura crítica debería levantarse como marco general, para incentivar las otras competencias necesarias en el dominio del idioma; entonces, son claves los ejercicios de comprensión en diferentes tipos de narraciones, con el objetivo de que los estudiantes identifiquen la intencionalidad del autor, la construcción de argumentos y la estructura discursiva. Para seleccionar los materiales, es fundamental que el libro esté alineado con los estándares nacionales y que su nivel sea lo suficientemente alto para que constituya un reto para los estudiantes en cada grado. Así lo sostuvo Sandra Prieto, editora de español y literatura. Por otra parte, es importante que el material cubra con los contenidos esperados en cada curso, que puede ser leer las grandes obras Latinoamericanas del siglo XX —Cien años de soledad, El llano e llamas, El siglo de las luces—, siempre y cuando, sirvan como medio para desarrollar las habilidades y las competencias.

Para seleccionar los libros adecuados para cada grado son útiles las colecciones propuestas por las editoriales que se adaptan al lenguaje y a los niveles de comprensión lectora de cada edad. Sin embargo, los profesores deben guiarse también por el contacto con los estudiantes; deben preguntarse, por ejemplo, cuáles son sus intereses del momento y qué los inquieta. Para Jael Gómez, experta en la enseñanza de la literatura, como cada curso es diferente, es difícil plantear una guía que siempre funcione, entonces, es muy importante ser sensible para adaptar el plan lector a las dinámicas de cada aula.

4. Ciencias Sociales
Un libro pertinente debe responder temáticamente a los objetivos del grado y orientarse a formar la ubicación espacial y temporal de los estudiantes, como también incentivar las competencias ciudadanas. Sin embargo, los temas han de integrarse a unos objetivos claros, que definan por qué son relevantes. El material didáctico debe contener todo tipo de textos —fuentes primarias, bibliografía, discursos, fotos, mapas, gráficas—, que permitan fortalecer las habilidades de comprensión lectora y formar un pensamiento crítico, capaz de contrastar fuentes, analizar, reflexionar y construir argumentos propios. Por otra parte, es fundamental que le ofrezca al profesor una guía didáctica, que le sirva para los ejercicios del aula. Así lo afirmó Mario Fernando Hurtado, editor de Semana Educación y autor-editor de libros de ciencias sociales.

5. Recomendaciones generales:
Por más atractivo que pueda resultar un material para el profesor, la prioridad es que se adapte a los niños, a su contexto y a su nivel de lenguaje.
- Los libros de texto deben estar acompañados por guías didácticas para los profesores, con sugerencias metodológicas y evaluativas.
- La pertinencia de los materiales asignados depende de que el libro esté alineado con los objetivos pedagógicos de la institución educativa y con los requisitos del Ministerio de Educación.
- Si bien son importantes los contenidos, es fundamental el desarrollo de las habilidades y competencias.
- Las ilustraciones, las gráficas, y las imágenes contribuyen a que los textos sean un material sugestivo para los estudiantes.

Este artículo hace parte de la edición N°18 de la revista Semana Educación. Para informarse más sobre lo que pasa en educación en Colombia y en el mundo suscríbase aquí.