NACIÓN

“La mermelada se tiene que acabar”

¿Se están gastando de forma pertinente los recursos, la economía ya tocó fondo? Semana Educación entrevistó al exministro de Hacienda Roberto Junguito a propósito de su nuevo libro.

10 de febrero de 2017

Durante el año pasado ocurrieron escándalos de corrupción en La Guajira, Córdoba y el Chocó, en especial por el Programa de Alimentación Escolar (PAE).  Los medios se habían concentrado en lugares distantes de la capital, sin embargo, desde hace algunas semanas, los políticos en Bogotá han tenido que empezar a rendir cuentas por las redes de la corrupción que han empezado a destaparse por el caso Odebrecht.

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Por estos días ha hecho mella el tema de los dineros públicos, la desviación y la eficacia en el uso del presupuesto para obras y programas. En ese sentido, después de un desayuno que organizó la Universidad Sergio Arboleda, Semana Educación entrevistó al exministro de Hacienda Roberto Junguito, quien participó en el evento y aprovechó para hablar de su libro sobre historia de Colombia, “La economía colombiana en el siglo XX”.

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Semana Educación (S.E.): Nos quejamos porque el Estado no ofrece los servicios necesarios. ¿Es un problema de falta de recursos o de ineficiencia? 

Roberto Junguito (R.J.): Cuando uno estudia la historia de Colombia y revisa las series de ingresos y gastos, la conclusión es simple: el país siempre ha sufrido de estrecheces. Pero acá viene un punto a reflexionar: con los escasos recursos del Estado, ¿estamos asignando los gastos eficientemente o no? Muchas veces estamos haciendo gastos innecesarios. La burocracia se podría recortar, se pueden hacer las mismas cosas con una menor burocracia. Tenemos que reestructurar el gasto público para que se gaste en lo más necesario y útil.

S.E.: ¿Las políticas deberían ser realistas y trazar metas que sean continuables?

R.J.: Es necesario hacer un trabajo mucho más eficiente en Planeación Nacional, evaluar los programas y corregir. Además, es fundamental evitar el desperdicio de recursos en la asignación de presupuesto por factores políticos. La mermelada se tiene que acabar. La sociedad en general debe vigilar el uso de los recursos públicos. En el gobierno de Uribe se emitió la ley de responsabilidad fiscal: el ejecutivo debía explicarle al Congreso en qué se gastaron los recursos y si se cumplieron las metas o no. Yo creo que el marco fiscal debería ampliarse al gasto de dineros públicos en todos los departamentos y municipios. Y ahí debe evaluarse cuáles son los programas ineficientes y qué se debe recortar.

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S.E.: En Colombia pasamos de la agricultura al carbón y al petróleo, ¿qué ha pasado con la industria? 

R.J.: El sector industrial llegó a participar con el 20% del PIB. Sin embargo, su proporción en la economía nacional se ha reducido por varias razones. Primero, la industria colombiana era muy ineficiente: estaba basada en barreras arancelarias, en prohibiciones de importación y cuando se levantaron las medidas proteccionistas no todos pudieron competir. Además, la caída de la industria ha estado muy relacionada con la crisis en Venezuela. Tenemos que recordar que Venezuela era el importador de los bienes fabricados en Colombia.

S.E.: ¿Cómo ve la economía del país en este momento?

R.J.: Colombia tiene instituciones económicas sólidas, como el Banco de la República. Las políticas económicas en líneas generales son las adecuadas. Puede que en los últimos años hayamos tenido una desaceleración, pero esta estuvo originada en la caída de los precios del petróleo y por la incertidumbre de los mercados mundiales. No obstante, creo que ya tocamos fondo y que el país se empezará a recuperar. Lo que pasa es que la recuperación es muy lenta.

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