| Foto: Paper Tigers

CINE

Niños maltratados llevan su historia al cine

En un pueblo del estado de Washington existe una institución educativa que por medio del amor y la comprensión ayuda a jóvenes con vidas difíciles. Semana Educación entrevistó al director del documental que sacó a la luz esta historia.

12 de mayo de 2016

Tras un año de filmar a seis problemáticos adolescentes del colegio Lincoln Alternative en Walla Walla, Washington, Estados Unidos, surgió el documental Paper Tigers del cineasta estadounidense James Redford. Semana Educación lo entrevistó en su visita a Colombia con motivo a la muestra de cine americano American Film Showcase organizado por la Embajada de Estados Unidos en Colombia y la Red de Centros Colombo Americanos.

La idea de iniciar esta filmación surgió hace más de dos décadas cuando el mismo Redford conoció un documento de dos reconocidos investigadores en el que se revelaba un problema irrefutable: entre más traumáticas experiencias tenga un niño, como abuso físico y emocional, es más probable que desarrolle problemas de salud en años posteriores.

“Quien me habló de este informe me preguntó si era posible hacer una película sobre esa problemática, al comienzo, creí que no, pero luego empecé a ver las soluciones y creí que ahí estaba el documental”, explica Redford. Y es que el problema va más allá que las mismas posibles enfermedades. Según la investigación, existe una preocupante correlación entre las vidas adversas de los niños y la cercanía con el abuso de drogas y alcohol, sexo sin protección y dietas empobrecidas. Entonces, los resultados plantean un retrato del precio que están pagando los niños por crecer en ambientes insanos.

Así que durante la búsqueda de soluciones, Redford encontró a los protagonistas y trabajando con ellos sacó el documental. Los mismos adolescentes graban su día a día y cuentan sus historias, permitiendo así que el espectador se involucre y sumerja en sus problemáticas. 

Los seis jóvenes son azotados por ambientes hostiles: traumas infantiles, pandillismo, violencia, drogas y abuso sexual. Sin embargo, hay una luz de esperanza para ellos, y el resto de estudiantes que aunque no están en el foco del documental, están representados por: Steven (18 años), Dianna (16 años), Aron (17 años), Eternity (18 años), Kelsey (14 años) y Gustavo (16 años). A medida que pasa el tiempo gracias a la estrategia pedagógica del colegio en el que estudian, se observa cómo cambia la vida de los seis.

Y es que la misma investigación afirma que hay una solución y es que todos los riesgos antes mencionados pueden ser compensados por la presencia de un adulto de confianza y cariñoso y no necesariamente debe ser el padre o la madre, ni siquiera tiene que ser alguien cercano. Es ahí donde entra la escuela y especialmente los profesores.

“Algo que me sorprendió es la cercanía de los profesores con los estudiantes, ellos los abrazan, los tratan como amigos y les demuestran que son de confiar, que son casi que compañeros que los guían por la vida. Inclusive, en la historia de una de las niñas que es abandonada por su madre su profesora la adopta y la integra a su familia”, afirma Redford.

El cineasta también afirma que todos los colegios deberían ser como este porque el modelo educativo actual está basado en que si el niño tiene buenas notas, continúa, pero si son malas, lo expulsan. “Esto genera estrés en nuestros niños. En cualquiera y de cualquier nivel socioeconómico, desde el más pobre hasta el más rico. Los profesores que siguen el modelo de este colegio comprenden a sus estudiantes y los ayudan, y eso lo necesitan muchos estudiantes”.