La educación es la única salida que tienen los niños refugiados. | Foto: Flickr.com

CONFLICTO

Estudiar en medio de la guerra

En Medio Oriente el conflicto árabe –israelí ha dejado miles de refugiados palestinos, sirios, iraquíes y jordanos. La ONU le apuesta a garantizar la educación bajo el fuego cruzado.

31 de agosto de 2015

La guerra que se libra en Medio Oriente se ha recrudecido en los últimos cinco años. Si bien este conflicto hunde sus raíces a mediados del siglo XX, con la creación del Estado de Israel en territorio palestino, el paso del tiempo no ha hecho sino intensificar las hostilidades. La guerra civil en Siria y el avance del Estado Islámico terminaron por complicar el panorama.

El saldo de este conflicto han sido cerca de cuatro millones de palestinos refugiados que viven en el Líbano, Jordania, Franja de Gaza, Siria y Cisjordania. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) es la organización encargada de velar por la salud, desarrollo, servicios sociales y educación, entre otros, de esta población que quedó bajo el fuego cruzado.

Las escuelas que se han creado en medio de la guerra y que atienden a 500.000 niños están a cargo de esta agencia de las Naciones Unidas. Pese a que la educación es el área que más recursos recibe dentro de la organización, el regreso a clases de todos los menores para el segundo semestre de este año estaba enredado.

Con la intensificación de los combates y el aumento de los desplazados provenientes de  Siria, todo parecía indicar que no existían las condiciones para reabrir las escuelas. Sin embargo, la Unrwa anunció que los 685 centros educativos empezarían las clases desde el 24 de agosto en Palestina, el 1 de septiembre en Jordania, el 7 de septiembre en Líbano y el 13 de septiembre en Siria.

De acuerdo con lo expresado por la agencia en el comunicado, “la educación es un pasaporte a la dignidad” para los refugiados palestinos y sirios. En una región donde el fundamentalismo religioso, la represión a las mujeres, la ausencia de libertades, la represión y la violencia van en aumento, la posibilidad de estudiar se convierte en un oasis de esperanza.

“Es en los bancos y tras los pupitres de las aulas de la Unwra que millones de refugiados palestinos, privados durante tanto tiempo de una solución justa y duradera, han construido las capacidades y dado forma a la determinación que les permitió volverse actores de sus propios destinos”, afirmó la agencia en el comunicado.

La Unwra también documentó los continuos ataques contra el derecho a la educación que tienen los niños refugiados. Durante el conflicto de siete semanas en Gaza, hace un año, unas 327 escuelas fueron parcial o totalmente arrasadas. Además, entre 2011 y 2012, la Unicef registró 63 casos en que se negó el acceso a las escuelas dentro de territorios ocupados. Lo que afectó a unos 34.000 niños.

Por otra parte la expansión de las colonias judías en territorio palestino ha llevado, según un informe presentado en 2013 por Unicef, a que la Administración Civil Israelí extendiera a 38 escuelas del Área C de Cisjordania y Jerusalén oriental órdenes de demolición o de dejar de funcionar, ya fueran verbales o escritas. El informe que se ha titulado “Education Under Occupation” (La educación bajo la ocupación) demuestra que 38 mil niños palestinos más, se quedarán sin educación.