| Foto: PHILIPPE HUGUEN / AFP

MUNDO

La crisis en educación para los refugiados

Según un informe de Acnur, más de la mitad de los seis millones de niños en edad escolar no tienen una escuela a donde asistir.

21 de septiembre de 2016

1,75 millones de niños refugiados no acuden a la escuela primaria y 1,95 millones de jóvenes refugiados no van a la escuela secundaria. Además, los refugiados tienen cinco veces más de probabilidades de estar fuera de la escuela que el promedio mundial, así lo afirma Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados en un informe que publicó en días pasados en Ginebra.

El informe Missing Out: Refugee Education in Crisis compara datos de Acnur para la educación de los refugiados con datos de la Unesco sobre el estado global de matrículas. Según este, solo el 50% de los niños refugiados tienen acceso a la educación primaria, en comparación con un promedio global de más del 90%.  “Esto supone una crisis para millones de niños refugiados”, declaró el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi.

Y es que a medida que los niños crecen, la brecha se convierte en un abismo: solo el 22% de los adolescentes refugiados acuden a la escuela secundaria en comparación con un promedio global del 84%. En cuanto a la educación de nivel superior, solo un 1% de los refugiados va a la universidad, frente al 34% del promedio global. “La educación de los refugiados está muy descuidada y se trata de las pocas oportunidades que tenemos para transformar y crear nuevas generaciones capaces de cambiar la suerte de decenas de millones de personas desplazadas a la fuerza”, agregó.

Este informe fue publicado precisamente antes de que los líderes mundiales se reunieran este 19 y 20 de septiembre en la Cumbre de la Asamblea General de la ONU para los Refugiados y Migrantes y en la Cumbre de Líderes sobre la Crisis Mundial del Refugiado, ofrecida por el presidente Barack Obama.

“Es esencial que pensemos más allá de la supervivencia de los refugiados. La educación les permitirá influir de manera positiva en el futuro, tanto de los países de acogida, como de sus naciones de origen una vez puedan regresar”, declaró Grandi.

Lo cierto es que en ambos eventos el objetivo de Acnur es pedir a los gobiernos, donantes y organismos humanitarios fortalecer su compromiso de garantizar que todos los niños reciban educación de calidad.

Según el informe, utilizando como ejemplo Siria, el documento muestra cómo el conflicto puede invertir tendencias positivas en educación. Mientras que en 2009 el 94% de los niños sirios asistió a la escuela primaria y al primer ciclo de la secundaria, a junio de 2016 solo el 60% de ellos estaba escolarizado en el país; lo que significa que 2,1 millones de jóvenes no pueden acceder a la educación.

Por otro lado, en el informe se refleja que mientras que la población mundial de refugiados en edad escolar se mantuvo estable durante los primeros diez años del siglo XXI con un total de 3.5 millones, esta cifra ha ido incrementando desde 2011 en unos 600.000 niños. Solo en 2014 la población de refugiados en edad escolar creció un 30%. Resulta así que a este ritmo de crecimiento, Acnur estima que se necesitarán cada año una media de al menos 12.000 aulas y 20.000 maestros adicionales.

Además, más de la mitad de los niños y adolescentes refugiados del mundo no escolarizados se concentran en siete países principalmente: Chad, República Democrática del Congo, Etiopía, Kenia, Líbano, Turquía y Pakistán.