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EDITORIAL

Educación terciaria: informarse antes de indignarse

Natalia Ariza se ha despedido del Viceministerio de Educación Superior con un proyecto prometedor: nivelar el perfil de las carreras técnicas con las universitarias. ¿Por qué se generó tanto revuelo?

*Mario Fernando Hurtado
3 de agosto de 2016

En unas declaraciones para un periódico nacional, Andrés Oppenheimer afirmó que “América Latina necesita menos poetas y más técnicos y científicos”. Una premisa que muchos creen real pero no es cierta. Según cifras del observatorio laboral para 2015, en Colombia el número de graduados de áreas como ciencias e ingenierías es un 40 % mayor que los que se forman en humanidades, sociales o educación. Es decir, sí se forman más ingenieros y profesionales en áreas duras; sin embargo, la formación técnica que a veces se incluye en esta área de conocimiento es poco valorada y algunas veces, despreciada. Por eso, la reflexión debería ser fortalecer la formación técnica que es tan necesaria para el desarrollo industrial y económico del país.

Por ese motivo, es positiva la apuesta del Ministerio de Educación (MEN) liderada por Natalia Ariza de sentar las bases para el Sistema Nacional de Educación Terciaria (Snet) para darles a los tecnólogos oportunidad de acceso a mayor formación y mejores condiciones económicas. Sin embargo, parece que el MEN no supo comunicar la importancia de la reforma, y de inmediato en redes sociales y medios salieron las críticas. Acusaron al Ministerio de improvisado, de querer nivelar la educación universitaria con la técnica, de no valorar la inversión en tiempo y costos que se hace en la educación universitaria y, sobre todo, de ir en detrimento de la calidad de la educación.

Pero los indignados, al parecer, no han leído bien la propuesta, y Colombia estaba en mora de comenzar a dignificar la formación técnica. El primer gran cambio es facilitar el acceso de los tecnólogos a diversos tipos de posgrados y empezar a ofertar programas de especializaciones y maestrías pensadas para ellos. Además, podrán acceder a los mismos rangos laborales que los profesionales. Hasta la fecha, la educación técnica ha estado en manos del Sena y se ha visto como una opción de empleabilidad para los que no pueden acceder en a la universidad, eso debe cambiar. En Europa y Asia, los técnicos se profesionalizan, se especializan y ascienden en la cadena laboral, lo que se evidencia en un mayor crecimiento técnico e industrial y, por ende, en mejores salarios para los trabajadores.

Por la relevancia que se le debe dar  a la educación terciaria, esta edición trae experiencias como la formación técnica en Alemania y las reformas al Snet. Por otra parte, en la Cumbre Líderes por la Educación 2016, una de las mesas centrales es la educación terciaria como mecanismo para el cierre de brechas de capital humano. Así que los invitamos a conocer la reforma y apoyarla en el contexto de posconflicto y de la superación de la pobreza.

*Editor Semana Educación

Esta editorial hace parte de la edición N°17 de Semana Educación que llega con un extenso análisis sobre la importancia de realizar evaluaciones para medir la calidad de la educación en Colombia, también un artículo sobre el proceso para elegir colegio y cómo sufren los padres y madres en esa etapa, y para los profesores, tenemos en la sección de Tome Note consejos a la hora de firmar un contrato, entre otros temas. Si desea informarse más sobre educación, suscríbase aquí.  

PARA EL DEBATE

¿Considera que la reforma del Sistema Nacional de Educación Terciaria (SNET) tiene un impacto positivo para disminuir la desigualdad social? Cuéntenos en @SemanaEd y @hurtadoobeltran