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CURIOSIDAD

Aprender durante el sueño, ¿realidad o quimera?

Varios estudios aseguran que el ser humano puede retener información vertida en su cerebro mientras duerme. Lo que no está claro todavía es qué nivel de complejidad de datos puede aceptar en sueños.

4 de febrero de 2016

Cada cierto tiempo surgen nuevos estudios que aseguran que es posible adquirir conocimientos durante las horas de sueño. Paralelamente, se difunde el mismo número de investigaciones que aseguran lo contrario. Si bien no existe un consenso sobre esta capacidad del cerebro, en esta ocasión toca dar un voto de confianza a los más optimistas respecto a esta posibilidad.   

Existen numerosas investigaciones al respecto. Una de ellas, la realizada por los investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias en Rehovot, Israel. En un informe difundido por la revista Nature Neuroscience en el 2012 aseguraron que es posible aprender de forma inconsciente y mecánica mientras se descansa.

Para llegar a esta afirmación, realizaron un experimento en el que presentaron un grupo de personas una serie de sonidos de forma continuada mientras dormían. A cada tono le asociaron un olor característico.

En la fase siguiente, retiraron el olor y mantuvieron únicamente el sonido. Los sujetos comenzaron a olfatear el aire, buscando esos olores que habían asociado anteriormente a los sonidos. En otras palabras, aprendieron de forma inconsciente que un sonido determinado tenía asociado un olor.

Una vez despiertos, los participantes en la prueba no recordaban haber aprendido nada durante el sueño, pero sí mantuvieron esa asociación entre un tono particular y un olor cuando se les volvió a confrontar con los sonidos que habían oído dormidos.

Esto demuestra que si bien hubo un aprendizaje condicionado por un estímulo, eso de irse a dormir oyendo la lección del día anterior y levantarse a la mañana siguiente sabiéndosela a la perfección es todavía una utopía. Pero no imposible. “Demostramos que aprender durante el sueño es posible. Debemos establecer dónde se encuentran los límites y qué tipo de información puede ser procesada y cuál no”, indicó a la publicación Anat Arzi, uno de los responsables de la investigación.

En otro estudio publicado en el 2015 en la revista Sciencie, la Universidad de Northwestern en Illinois, Estados Unidos, probó que durante el sueño se pueden modificar actitudes en las personas y retener estas modificaciones actitudinales una vez despiertos.  

Los investigadores eligieron una muestra de 40 voluntarios que demostraron tener fuertes prejuicios en dos cuestiones. El primero, que las mujeres no son buenas para la ciencia. El segundo, que los afroamericanos incumplen las leyes.  

Una vez delimitado su grado de terquedad, se pidió a los participantes que asociaran cada una de esas dos creencias negativas con palabras más indulgentes. Durante el ejercicio, los participantes oyeron determinados sonidos.

Tras esta fase, los sujetos fueron sometidos durante el sueño a estos mismos tonos con el objetivo de activar la asociación inconsciente entre sus prejuicios y los términos positivos. Noventa minutos después, y ya despiertos, se les sometió a la misma prueba, con resultados sorprendentes: su nivel de prejuicio había disminuido. Una semana después, el nuevo porcentaje se mantuvo intacto.

Si bien muchas investigaciones prueban que el ser humano puede retener cierto conocimiento simple de forma inconsciente mientras duerme, es pronto para afirmar que puede hacer lo mismo con compleja. Lo que es cierto es que todavía queda mucho por descubrir sobre la capacidad del cerebro y las posibilidades que brinda la fase de sueño.