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CURIOSIDAD

La maestra olvidada que inventó el primer libro electrónico

Ángela Ruiz Robles es una desconocida para muchos, a pesar de que la gran mayoría emplea hoy en día el aparato que ella creó. Google le dedica su doodle.

28 de marzo de 2016

Los usuarios de Google en España y México se han levantado hoy con el nombre y rostro de Ángela Ruiz Robles en sus pantallas. El metabuscador más grande del mundo le dedica su doodle a esta maestra, escritora e inventora española, en el 121 aniversario de su nacimiento, más conocida mundialmente por ser  la precursora del libro electrónico.

Originaria de Villamanín, un pequeño municipio del noroeste peninsular, Ruiz Robles nació un 28 de marzo de 1895 en el seno de una familia que no se opuso a que la joven iniciara sus estudios superiores en la Escuela de Magisterio de la provincia de León, donde también impartió sus primeras clases como docente. Todo ello en una época definida por los convencionalismos patriarcales y las tradiciones más férreas sobre el rol de la mujer en la sociedad.

Su carrera como docente la llevó a ser directora de la Escuela de Gorón, también en la provincia leonesa, y del Colegio Ibáñez Martín; a recibir una distinción en 1925 por “sus indiscutibles méritos y dedicación”, y a enseñar taquigrafía, ortografía, gramática y mecanografía en la Escuela Obrera gratuita. En 1947 se la concede la Cruz de Alfonso X El Sabio, que premia a las mejores mentes en diferentes campos de la educación, ciencia, cultura, docencia e investigación. 

Su vocación por la pedagogía también quedó plasmada en su labor como científica, especialmente en su invento más relevante: la enciclopedia mecánica, la cual creó para “aligerar el peso de las carteras de los alumnos, hacer más atractivo el aprendizaje y adaptar la enseñanza al nivel y necesidades de cada estudiante”. Así, Ruiz Robles dio vida al primer e-book de la historia. Eso sí, mucho más rudimentario que los que existen en la actualidad. 

Este aparato con forma de libro constaba de unos abecedarios automáticos en diferentes idiomas con los que se podían formar palabras, frases, y lecciones haciendo presión sobre ellos. Las materias eran intercambiables, lo que permitía que cada estudiante adecuase su enciclopedia a su nivel de enseñanza. Se podía leer en horizontal y vertical.

Foto: Commons.Wikipedia.org

Patentó su invento el 7 de diciembre de 1949. Sin embargo, y a pesar de lo innovador de este, no obtuvo el empuje y proyección que mereció por una cuestión simple: Ángela Ruiz Roble no logró el apoyo económico de ningún inversor nacional para fabricar de forma masiva su enciclopedia. 

Nadie vio el potencial del artilugio cuya invención se adjudicaría siglos después –y equivocadamente- a Michael Hart. Pero mucho antes de la aparición de este filántropo y escritor estadounidense, a quien se referencia como el padre del libro electrónico desde 1971, el mérito fue de esta maestra española.

Ángela Ruiz Robles murió el 27 de octubre de 1975 en Ferrol (La Coruña, España). Se dice que, antes de su muerte, una empresa gringa le ofreció comprar su patente para reproducirla en cadena. Ella lo rechazó porque, según cuentan, su sueño era producir y comercializar su invento en su país, con el fin de impulsar la educación de los niños a los que ella había dedicado su vida. Nunca pasó.