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REVISTA DIGITAL

Cuando la educación alzó la voz en 2015

La preocupación por los retos educativos que deben asumirse es global y se manifestó durante todo el año. Semana Educación seleccionó cinco momentos claves. #LoMejorEnEducación

29 de diciembre de 2015

La educación estuvo en el centro del debate mundial este año. Y no precisamente porque sea un tema que “está de moda” o que “marque la tendencia”. No. Durante varias décadas se ha reclamado el lugar prioritario que le corresponde en el bienestar social. Por fin, el mundo parece estar escuchando.

Colombia, por ejemplo, le apostó a un Plan Nacional de Desarrollo en el que la educación es uno de los tres pilares principales. Por primera vez en la historia del país el presupuesto asignado fue mayor al de defensa. Ahora el desafío está en la gestión y administración de recursos. Sin embargo, es un paso relevante.  

En el contexto mundial el panorama no fue del todo diferente. La educación tuvo momentos protagónicos, en los que se revelaron las deudas y los retos pendientes. Así como la mejor manera de asumirlos y el esfuerzo que ello implica. También se aplaudieron iniciativas que están reinventando la formación. Semana Educación, en sintonía con la preocupación global por el aprendizaje, se volcó a explorar los hechos estelares de este 2015 en lo educativo. Estos son los cinco eventos donde la educación alzó su voz.

Seis promesas incumplidas


En abril pasado la Unesco presentó su informe mundial sobre los resultados finales del programa Educación para Todos. Esta iniciativa, lanzada en 2000, pretendía que los 164 países suscritos alcanzaran para este año seis objetivos claves en el sector educativo. Sin embargo, los resultados demostraron que solo uno de cada tres países los cumplió. Como consecuencia, las cifras son poco alentadoras. Frente a la meta de atención y educación de la primera infancia, la Unesco registró que 6,3 millones de niños menores de 5 años murieron en 2013 por causas que, en su gran mayoría, podían prevenirse. Sin embargo, debe resaltarse que las tasas de mortalidad infantil se redujeron a la mitad.

En cuanto al principal objetivo de la enseñanza primaria universal, el organismo reveló que en 2012 casi 58 millones de niños en todo el mundo no estaban escolarizados. Es decir, menores en etapa de formación que nunca han pisado un aula. Según los cálculos de la Unesco, para este año uno de cada seis niños de países con ingresos bajos y medios, es decir unos 100 millones, no habrá concluido su educación primaria. La igualdad de género en la educación primaria y secundaria también está rezagada: solo el 69 por ciento de los países la alcanzó. Además, entre la población infantil no escolarizada las niñas son más propensas a no asistir nunca a la escuela, con el 48 por ciento. La deserción, por el contrario, afecta más a los hombres.

En lo referente a los dos objetivos de formación y alfabetización en jóvenes y adultos, el informe reveló que todavía hay 781 millones de personas analfabetas. Solo 17, de los 73 países que en 2000 tenían tasas de alfabetización inferiores al 95 por ciento, redujeron a la mitad las tasas de analfabetismo en 2015.

Aplicando y evaluando

Este año las pruebas estandarizadas volvieron a despertar una fuerte polémica. En mayo pasado 13.459 estudiantes de 15 años en 28 departamentos de Colombia presentaron las Pruebas Pisa. Un examen que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aplica en el país desde 2006. Este ejercicio se realiza cada tres años y evalúa las áreas de lenguaje, ciencias y matemáticas. Siempre enfatizando en alguna de ellas. Sin embargo, en su última edición se incluyeron las competencias ciudadanas.

Estas pruebas son consideradas un indicador de la educación a nivel mundial, pues permite la comparación entre países. Aún así, la pregunta sobre qué tanto contribuyen a mejorar la calidad educativa sigue en el aire. Muchos expertos cuestionan la pertinencia y el riesgo que supone priorizar el buen rendimiento en las pruebas sobre otros aspectos de la pedagogía. Justamente porque no se trata de responder bien un examen sino de que las competencias aprendidas en el aula de clase sean útiles en la vida de los futuros ciudadanos.

En julio pasado, la Unesco realizó la segunda entrega de los resultados que arrojó el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce). Una prueba que adelanta el organismo en 15 países de América Latina para analizar la calidad de la educación primaria. Evalúa a estudiantes de tercer y sexto grado en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias. La principal conclusión fue que en la región mejora el desempeño, pero sus estudiantes siguen en niveles bajos de rendimiento para las tres áreas. Muy pocos alcanzan niveles superiores.

El reto está en lograr afianzar el conocimiento para un mejor dominio. Debe destacarse que esta prueba también indaga por el contexto y los factores asociados a la educación: características de los estudiantes y sus familias; características del docente, prácticas pedagógicas y recursos en el aula; y características de las escuelas que se relacionan con el aprendizaje.


Los reclamos

Los primeros días de noviembre estuvieron bastante agitados en Estados Unidos. El jueves 12, estudiantes de todo el país salieron a protestar por la gratuidad de la educación superior. Según reportó la revista Newsweek, hubo manifestaciones en 115 lugares diferentes. La convocatoria se realizó principalmente a través de redes sociales y se denominó La Marcha del Millón de Estudiantes (Million Student March).

Los jóvenes reclamaron la creciente deuda que han adquirido para costearse los estudios. Por eso, su petición es que la matrícula no tenga ningún costo y sus préstamos sean condonados. “La educación debería ser gratis. Estados Unidos es el país más rico del mundo, pero los estudiantes tienen que endeudarse enormemente para poder tener una educación universitaria”, se lee en un comunicado de los organizadores.

En América Latina, la protesta fue por cuenta de los maestros uruguayos. En agosto pasado, el gremio de los profesores entró en cese de actividades para reclamar mejoras salariales. De acuerdo a la información difundida por la agencia EFE, los profesores exigen un salario básico de 30.000 pesos uruguayos (1.039 dólares) al ingresar a la docencia. Actualmente un profesor de enseñanza media gana 21.000 pesos (727 dólares) al comenzar su carrera. También exigían un aumento para la educación del seis por ciento del PIB. Sin embargo, el gobierno del presidente Tabaré Vázquez frenó la huelga a través de un decreto.

La idea que inspira

El arduo trabajo de una mujer que lleva dos décadas luchando por la educación de las niñas le dio la vuelta al mundo. La afgana Sakena Yacoobi, una mujer valiente que ha beneficiado a más de 12 millones de personas en su país, ganó el premio Wise, que se considera el Nobel de Educación. Es la directora y fundadora del Instituto de Aprendizaje Afgano, a través del cual ha liderado una cruzada por llevar el aprendizaje y la enseñanza a todos los rincones del territorio, muy a pesar de la guerra y la desigualdad.

“Desde los campos de refugiados a las escuelas secretas nocturnas, y a menudo con riesgo para su persona, ha establecido una red de organizaciones que ofrecen educación general así como educación para la salud. Su trabajo se centra en niñas y mujeres, pero también ayuda a niños y hombres”, fueron las palabras con las que la describieron en la premiación.

El evento para construir

En mayo pasado, Corea del Sur fue la sede de la educación. Durante tres días, la Unesco organizó el Foro Mundial sobre la Educación, con motivo del plazo que se cumplió este año para alcanzar los Objetivos del Milenio y las metas del proyecto Educación para Todos. El evento evaluó los logros y trazó los compromisos para 2030 en el sector educativo. El primero de ellos: garantizar el derecho a la educación para todos. Una formación que sea inclusiva, equitativa y de calidad, y que promueva oportunidades de aprendizaje durante toda la vida. En cuanto a la equidad de género se resaltó que el acceso y el aprendizaje, en particular para las niñas y las mujeres, debe constituir el núcleo de los programas educativos para después de 2015.