| Foto: Archivo particular.

EDUCACIÓN

Cómo prevenir las consecuencias de la Ballena Azul

Este juego virtual que circula por Internet y los recientes casos de suicidio alertan a los padres sobre esta enfermedad. Le explicamos cómo enfrentarla y cómo enseñar a sus hijos a vivir plenamente.

26 de abril de 2017

Las noticias sobre un peligroso juego que circula por Internet ha encendido todas las alarmas entre los padres. La Ballena Azul, como se conoce, está compuesto por cincuenta retos, dividido en un intervalo de cincuenta días, que tiene como última fase el suicidio.

‘Encuentran rastro en México de adminsitradores del reto de la Ballena Azul‘

Los expertos indican que el juego tuvo su origen en Rusia, en donde se han registrado alrededor de 130 casos de suicidio, posiblemente relacionados.Este suceso ha generado temor y muchas preguntas: ¿cómo los niños y jóvenes están usando el tiempo libre y la información disponible en Internet? o ¿por qué los menores de edad están desarrollando esa tendencia hacia los retos que ponen en peligro su integridad?.

Según fuentes consultadas por Semana Educación, los padres no deben enfocarse en un juego específico. Cada cierto tiempo surgen modas, ya sea en Japón, Rusia o Suecia, con diferentes nombres y modalidades, que, desde luego, hay que conocer y atender para prevenir. Sin embargo, el centro de la discusión en colegios y familias debe dirigirse en otra dirección cada vez más preocupante en Colombia y el mundo: la depresión en niños y jóvenes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión afecta a 300 millones de personas en el mundo.

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Esta enfermedad se ha convertido en un serio problema de salud, “cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio. Cada año se suicidan cerca de 800.000 personas”, indica el organismo internacional en su último informe.

En niños y jóvenes deprimidos, juegos como la Ballena Azul con retos como interrumpir el sueño, ver películas de terror durante 24 horas seguidas, no hablar con nadie durante un día o autolesionarse no hacen otra cosa que acelerar e incentivar su predisposición a la tristeza.

¿Cómo enfrentar la depresión en los menores de edad?

1. Diferenciar entre tristeza y depresión.

No conviene que los padres estén predispuestos y todo el tiempo alerta, cada vez que sus hijos están tristes. La tristeza es una emoción importante, necesaria para la reflexión y normal en todas las edades. La depresión, en cambio, afecta las funciones motoras, altera el sueño, la alimentación y las relaciones sociales. Según la psicóloga Daniela Sánchez al entender la diferencia, hay que intervenir cuando se está presentando un caso de depresión, hablar, tomar las medidas necesarias y consultar con un especialista. Cuando se diferencia entre la tristeza y la depresión, es importante permitirle a los hijos estar tristes. Lo que está ocurriendo desde hace unos años es que ambos padres trabajan largas jornadas, tienen poco tiempo para comunicarse con sus hijos, y cada vez que los ven tristes o aburridos se preocupan y tratan de resolverlo fácilmente, con el celular, una tableta o un videojuego. Como si no les dieran permiso para aburrirse y estar tristes. Es fundamental que los niños sepan que la tristeza es normal, para que aprendan a manejarla y a regular sus emociones.   

2. La comunicación es fundamental

Es importante encontrar momentos de intercambio de experiencias con los niños y jóvenes, preguntarles cómo están, cómo se sienten, para que se concienticen de sus emociones, asegura la psicóloga Liliana Godoy. También contarles francamente sobre las vidas cotidianas de los padres, los adultos también tienen días difíciles también, pero han encontrado soluciones para superarlos, según Sánchez.

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¿Qué hacer para enseñar a ser felices

1. Enseñar a agradecer

Una costumbre de muchas religiones, tanto de Occidente como de Oriente, es el agradecimiento. Dar las gracias todos los días ha sido una costumbre durante siglos, sea a un dios, a la tierra, a las circunstancias, a la suerte, o a las personas que nos rodean. Esa tradición, según lo han comprobado las investigaciones de Martin Zeligman, profesor de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) y creador de la Psicología Positiva, tiene un alto impacto en el bienestar de las personas.

2. La meditación como ejercicio

Con la meditación ocurre algo parecido al agradecimiento. De formas diferentes, las religiones, especialmente las asiáticas, han encontrado desde hace milenios los grandes beneficios de la meditación. Sin embargo, solo hasta hace unos años, con las investigaciones en las facultades de psicología y neurociencia, en especial en la Universidad de Harvard, se ha empezado a demostrar cómo meditar todos los días tiene un efecto positivo, no solo en el bienestar (que incluye la salud física y emocional), sino también en la concentración, los resultados académicos y profesionales.    

3. Las relaciones sociales son fundamentales

Ocupar la mayor parte del tiempo en Internet no es una actividad efectiva que ayude a los niños a sentirse mejor. Tanto adultos como niños, necesitan cultivar relaciones para tener una vida feliz. Tener la posibilidad de hablar con amigos, de exteriorizar los sentimientos es fundamental para entender las dificultades y también para liberarse de los pensamientos negativos.

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