El Presidente Juan Manuel Santos sanciona la Ley que crea la Estampilla Pro-Universidad Nacional y demás Universidades Estatales de Colombia | Foto: Juan Pablo Bello - SIG

ANÁLISIS

La estampilla tibia para el enfermo grave

La estampilla busca recaudar fondos para universidades públicas, estudiantes dicen que eso no exime de responsabilidad al Estado.

Teresita Hurtado
20 de diciembre de 2013

La estampilla aprobada hace menos de un mes por el Congreso de la República con el objetivo de recaudar dinero para las universidades públicas del país y en especial para la Universidad Nacional de Colombia obtuvo la firma sancionatoria presidencial este viernes en el Auditorio León de Greiff de esta institución en su sede de Bogotá en presencia de la ministra de Educación María Fernanda Campo y el rector de la Universidad Ignacio Mantilla.

Los recursos, según aseveró Mantilla en el momento de presentación del proyecto, serían invertidos en la recuperación de la infraestructura de la Universidad así como en la construcción de un hospital universitario. Durante el discurso el presidente afirmó su compromiso con la educación y reiteró que de llegarse a un acuerdo de paz existiría una mejor distribución entre el gasto militar y la inversión en educación. 


Además, propuso al auditorio el perdón como parte vital de ese proceso. “Si podemos perdonar, si podemos reconciliarnos y podemos dedicarle muchos más recursos a la educación, este país tendrá un mejor futuro”, también dijo que para una próxima vez le gustaría estar en este simbólico auditorio acompañado de los estudiantes, ya que la universidad fue cerrada completamente para la realización del acto y solo pudieron entrar los invitados de rigor.

Inti Mesías Barrera, representante al Concejo Superior Universitario de la Universidad Nacional, dijo a Semana que si bien la estampilla puede recaudar recursos importantes y necesarios para la Universidad; esta se está “vendiendo como la solución a todos los problemas, cuando en realidad no resuelve los fundamentales a largo plazo. Con este acto se demuestra que Mantilla está de lado del gobierno y no de los estudiantes que ni siquiera fueron invitados”. 

Estos fundamentales a los que se refiere Mesías son según él, la deuda de 11.4 billones que tiene el Estado con la educación superior pública y el mejoramiento de la calidad; por otro lado considera que los recursos que ingresarían por concepto de la estampilla son solo estimados y “nadie se compromete con un saldo real. La estampilla no le quita la responsabilidad al Estado con las universidades públicas”.

Parece necesaria una reconciliación entre los estudiantes y el Presidente. El siguiente round será con la presentación de la reforma a la educación superior en el 2014, que pondrá el dedo en la llaga, nuevamente.