Gloria Álvarez estuvo al frente de las secretarías de Educación de Soacha y Mosquera. | Foto: Cortesía Gobernación de Cundinamarca.

ENTREVISTA

¿A qué se enfrenta la nueva secretaria de Educación de Cundinamarca?

Gloria Álvarez Tovar es la encargada de velar por el sector educativo en el departamento. Fue nombrada hace tres días y,en su primera entrevista con Semana Educación, reconoció que le preocupan los maestros.

7 de enero de 2016

La propuesta fue por teléfono. En la tarde del pasado domingo, Gloria Álvarez Tovar le dijo que sí a la responsabilidad de manejar la Secretaría de Educación de Cundinamarca. Aceptó la oferta del recién estrenado gobernador: Jorge Rey. El resto ocurrió tan rápido como chasquear los dedos. Se posesionó en la noche del lunes y el martes fue su primer día de trabajo. Durante esa jornada aceptó una entrevista con Semana Educación y aclaró que no es amiga de “hacer política de tierra arrasada”. Es decir que planea mantener los programas exitosos que dieron resultados en la administración anterior.

Viene de desempeñar el mismo cargo en la Alcaldía de Mosquera (Cundinamarca), a donde llegó para certificar la secretaria de Educación. Estuvo ahí los últimos seis años. En Soacha también realizó esta gestión y además fungía como alcaldesa encargada. Pero antes de toda esta experiencia fue docente. “A mí me tocó hacer el cursito completo”, fue como Álvarez definió su trayectoria profesional y los años que le ha dedicado al sector educativo. Es consciente del reto profesional que esto implica. Como el resto del gabinete de Rey también es cundinamarquesa. Nació en Yacopí.

Llega a una Secretaría de Educación fortalecida en la gestión de su anterior cabeza: Piedad Caballero. Cundinamarca ocupó el primer lugar en las Pruebas Saber de 3, 5, 9 y 11 hace un año y obtuvo el mejor índice sintético de calidad en el país. Además, desarrolló la estrategia ‘Cuatro por una opción de vida’, que consiste en becar con un 75 % a estudiantes de los colegios oficiales para que entren a la universidad. El 25 % restante se financia a través del Icetex. Álvarez aseguró que esta es una de las iniciativas que continúa y reveló que la educación está en el eje central del plan del gobierno de Rey: “es la motora de la transformación”. Así fue su conversación con Semana Educación.

Semana Educación: ¿Cómo fue decirle que sí a este cargo? ¿Qué pasó por su cabeza?

Gloria Álvarez:
Es mi departamento, es poderle ayudar a  mis municipios del alma, es un espectro más grande. Profesionalmente es un reto bien interesante. Ayer (lunes) tenía un poco de angustia: ¿qué va a pasar con la vida de la familia? Tengo una hija universitaria a la que procuro darle mucha calidad de tiempo. Pero esto también implica entregarme a muchos hijos del departamento. Uno debe mirar a cada uno de los niños como si fueran sus propios hijos. Todo debe ser de la mejor calidad. También estoy muy comprometida con el gobernador, donde su línea clara quiere que sea educación.

S.E.: ¿Cómo encontró la casa?

G.A.:
No podría decir aún cómo encontré totalmente la casa. Hasta hoy (martes) comencé. El gobernador me llamó el domingo en la tarde y el lunes ya tenía que venir a posesionarme. He pasado por los pisos saludando a las personas, preguntándoles qué hacen. Hoy atendí como a 15 o 20 alcaldes, mientras miraba algo de empalme. Espero no tener tanto entuerto que es lo que uno encuentra en esto. Pero aspiro y la percepción que se tiene es que los temas están andando.

S.E.: ¿Qué temas son prioritarios? ¿Qué le gustaría implementar?

G.A.:
Necesariamente se deben fortalecer los procesos de formación de maestros. Pueden estar las mejores instalaciones y dotaciones, pero si el recurso humano no funciona pues no se hace nada. El maestro también debe entender que no es el dueño del conocimiento, porque finalmente todo está al alcance de un clic. Es cómo le enseña al niño a innovar, a crear. Por eso nos parece fundamental un plan de estímulos para los maestros. No es que su sueldo no es que sea malo, pero podría ser mejor. Lo hicimos en Mosquera y el plan que creamos fue muy exitoso. Con los sindicatos tengo mis encuentros y mis desencuentros. Pero es claro que al maestro hay que dignificarlo. Es darles el mensaje de que ellos para nosotros valen.

S.E.: ¿Algún otro tema prioritario que tenga en el radar?

G.A.:
Hay que continuar con el proyecto de inglés, el bilingüismo. Pero una cosa que cuaje, o sea no es comprar unas cartillas y eso ya es inglés. Se les formó a unos maestros por un mes y eso ya es bilingüismo, no. Lo primero es ser sinceros y contarnos la verdad: qué se está haciendo de inglés en el país y si estamos dando resultados. Hay que reflexionar sobre la estructura, la intensidad horaria, la formación docente, ambientes bilingües, que al maestro no le dé pena hablar en inglés.

También un tema de sensibilidad enorme que hay que trabajarlo es la inclusión. Cuántos niños invisibles tenemos porque no se les ha prodigado un espacio diferente para sus vidas. Nos la vamos a jugar por el tema de inclusión.

S.E.: ¿Qué perspectivas de la inclusión está contemplando?

G.A.:
Todas.  No podemos diferenciar porque sería una exclusión si dejamos una variable por fuera. Hay que ver todos nuestros niños y niñas que no estén en el sistema educativo para evaluar cómo los incluimos. Sobre todo con todas las discapacidades. En Mosquera piloteamos un modelo de atención a todas las discapacidades con unos resultados extraordinarios y creo que lo vamos a jalonar y a traer acá.

S.E.: ¿También en el posconflicto?

G.A.:
Incluso esa sería otra población. Aquí estaríamos hablando de discapacidades, de enfermedades, de limitaciones físicas y demás. Ese es otro tema de inclusión necesario de hacer.

S.E.: ¿Habrá continuidad de procesos y proyectos que vienen de la administración anterior?

G.A.:
Yo no soy de las que llego a hacer política de tierra arrasada. Hay que evaluar y si está sirviendo se continúa. Si es bueno pero no está dando resultados hay que redireccionarlo.

S.E.: ¿Qué programas de la administración anterior considera que es válido mantener y reforzar?

G.A.:
Varios. Habría es que mirar el estado del arte y evaluar. Primero jornada única. Es vital para cambiar el problema social.

S.E.: ¿El programa cuatro por una opción de vida?

G.A.:
Ese hay que mantenerlo. En Mosquera lo hicimos. Hay que continuar con él y fortalecerlo. De hecho, el gobernador ha dado la directriz de mantenerlo.

S.E.: ¿Cuál es el reto con la Universidad de Cundinamarca?

G.A.:
Estamos esperando mucho de la Universidad de Cundinamarca. Entre los deseos del gobernador está decretar la gratuidad en el tema de universidad, pero por supuesto eso pasa por unos estamentos para poderlo hacer posible. Ahora, mientras el tema con la elección del rector no se solucione, estamos quietos. Queremos que la Universidad de Cundinamarca sea nuestra gran aliada para nuestros proyectos. Hay un asunto para nosotros absolutamente importante y es hacer toda la articulación de la educación media con la educación superior, de la mano con la empresa.

S.E.:¿Cómo está la situación del acceso a la educación superior?

G.A.:
El tema límite grande que tiene es el presupuesto. Tiene unos costos que no debería ser para una universidad pública. Por eso es el tema que el gobernador está trabajando para poder decretarla gratuidad o por lo  menos bajarle a unos costos mínimos. Con el objetivo de que se facilite que todos los muchachos que salgan de nuestros colegios oficiales puedan acceder a la universidad y demás. Primero hay que organizar la casa por dentro y en eso estamos.

S.E.: ¿En qué va el tema de la formación para el trabajo? ¿Qué estrategias tiene previstas?

G.A.:
Dentro de esa línea de la articulación de la educación media con la educación superior ahí nos va a quedar una franja bien importante porque ese muchacho va a salir formado en un técnico. Eso va a depender mucho de la universidad y del Sena, la estructura que ellos tengan para ayudarnos. Es clave también mirar y consultar con la empresa privada, qué es lo que está requiriendo en este momento para su trabajo y cuál es el perfil de personas

S.E.: Está interesada en hacer alianza con la empresa privada…

G.A.:
Toca. El presupuesto oficial no da para tanta cosa. Y la empresa privada dentro del tema de la responsabilidad social perfectamente podría colaborar en eso. Y qué plata tendríamos de verdad para tantas cosas.

S.E.: ¿Cómo se va a abordar el tema de la alimentación escolar?

G.A.:
Entiendo que pesos más, pesos menos, el contrato por la nación valía antes 52.000 millones y solamente giraron 15 mil millones. Ahí hay un déficit. Sin embargo, ya estamos mirando algunos proyectos fallidos que quedaron en la administración pasada, entonces cómo logramos todos los recursos para una gran bolsa. También poder hacer apalancamiento con los recursos de los municipios para sacar el tema adelante. Hoy no puedo decir ni cuánto ni cómo porque estamos con dos o tres opciones.

S.E.: ¿Se va a fortalecer inspección y vigilancia en el tema de la alimentación escolar?

G.A.:
De eso y de todo. Lo que no se controla a cualquier punto llega. Uno no entiende por qué el ministerio tiene tan descuidado el tema. Inspección y vigilancia ahí al garete cuando debería ser lo más fortalecido. Lo que no se controla no se mide.

S.E.: ¿Qué mensaje les daría a los padres de familia?

G.A.:
Que no sean indiferentes con sus hijos. Por fortuna no todos, pero una inmensa mayoría están haciendo de la institución educativa una guardería. Se ponen molestos cuando no hay clases pero porque no tienen donde dejar al niño. Ni siquiera se les ocurre ir a recibir el boletín del niño. Un día le dije al gobernador que si es necesario hay que conducir al padre de familia con un policía. Tranquilamente mandan al hijo sin un agua de panela. Hay que dejar la indiferencia y querer a los hijos.

S.E.: ¿Y a los docentes?

G.A.:
El maestro es el eje de esta transformación. Sin que eso signifique que él tiene la verdad revelada. Que le permita al niño pensar y ser y que no le castre la imaginación.