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MUNDO

Profesores, a buscar yihadistas

El gobierno Catalán diseñó un plan para evitar la radicalización musulmana que le propone a los docentes vigilar a sus estudiantes e informar de cualquier actitud sospechosa.

18 de abril de 2016

Desde hace varios años, los atentados terroristas que han ocurrido en Europa y en Estados Unidos tienen una característica en común y es que los autores son, en su gran mayoría, nacionales de esos países. Es decir, nacieron y se criaron en Francia, en Bélgica, en España, en Inglaterra, en Estados Unidos; y aún así, decidieron unirse a la yihad para combatir a sus propias naciones.

El perfil de los autores es, en general, de jóvenes que son reclutados principalmente por redes sociales y que actúan como lobos solitarios. Ellos, en su gran mayoría, viajan a Siria a combatir, y otros sí cometen actos terroristas en su país de origen.

No hay cifras oficiales, sin embargo, el Centro Internacional de Estudios de Radicalización vinculado a King´s College London calculaba que para 2013 había entre 3.300 y 11.000 yihadistas extranjeros combatiendo en Siria. Se estima que entre 30% y 40% de ellos provienen de países como Francia, Bélgica, Reino Unidos y países nórdicos.

La desadaptación y la desilusión con su entorno occidental son el punto de partida para que los jóvenes se unan a estos grupos extremistas quienes conocen bien sus debilidades y han logrado descifrar cómo convencerlos para que engrueses sus filas.

Frente a esta problemática, los gobiernos occidentales objetivos de los grupos terroristas como Daesh (más conocido como Estado Islámico), han tomado fuertes medidas para evitar el reclutamiento de jóvenes. Una de las más recientes es el protocolo para detectar entre los alumnos de centros escolares públicos que se sienten atraídos por la Yihad que está desarrollando la Generalitat (Gobierno de Cataluña) junto con los Mossos d´Esquadra (policía de la comunidad autónoma).

El protocolo, llamado Plan Operativo Especial Antiterrorista trabaja en tres puntos:

  • Analizar y valorar el grado de amenaza.
  • Impulsar la prevención para detectar fenómenos de radicalización en tres escenarios: en las cárceles, en las comisarías de policías (grupos de atención a víctimas y a través de policías locales) y en la comunidad educativa.
  • Identificar lugares susceptibles de ataques terroristas.

 

Dentro del Plan se pone los centros educativos como uno de los principales focos de atención. Ante esa situación, quienes, según el protocolo, tendrán un importante rol son los profesores quienes deberán detectar ciertos cambios en el comportamiento de sus estudiantes que puedan ser sospechosos.

Y es que, según la Unión de Comunidades Islámicas de España, Cataluña acoge en sus escuelas a 75.800 alumnos musulmanes. La comunidad autónoma es uno de los principales puntos de integrismo en Europa que acoge gran cantidad de esta comunidad: abundan mezquitas y población árabe.

Ante el protocolo, los sindicatos de profesores y especialmente la Central Sindical Independiente de Funcionarios reclamaron a la Generalitat que los docentes carecen de medios y formación para asumir la responsabilidad de vigilar a sus estudiantes. Adicional a esto, expresaron que debieron ser informados directamente por el gobierno y no haberse enterado por medios de comunicación.” Nosotros somos maestros, no policías”, afirma el sindicato.

“Hay que tener en cuenta la complejidad y las implicaciones de esta decisión en ámbitos como la libertad religiosa, la libertad de expresión o el propio fenómeno del yihadismo y las dificultades que tienen los propios cuerpos y fuerzas de seguridad para combatirlo”, asegura la página web del sindicato.

Por otra parte, las asociaciones musulmanas alertan que esta política puede fomentar mayor fractura social y discriminación a su comunidad.  

La herramienta de los profesores

Según el protocolo, los docentes deben estar pendientes principalmente del comportamiento de sus alumnos para saber si son un riesgo o no.

Los cambios:

  • Cambian sus ropas modernas por vestimentas tradicionales musulmanas.
  • Alumnas que se niegan a participar en gimnasia, música o arte por motivos religiosos.
  • Estudiantes extrovertidos que pasar a ser introvertidos.
  • Abandono del colegio con la excusa de viajar al exterior.
  • Consumo evidente de propaganda del Estado Islámico.

PARA EL DEBATE

¿Está de acuerdo con que los profesores sean una suerte de "espía" para detectar yihadistas en sus aulas de clase? Deje sus comentarios en nuestro Twitter @SemanaEd y @Simongrma

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