El proyecto Bosques para el Futuro ha atendido desde el 2013 a 936 estudiantes en el Caquetá. | Foto: Cortesía ARD.

ANTETITULO

Por un futuro más verde y próspero para todos

Un millón de árboles para la vida: este es el proyecto de reforestación que busca la armonía entre seres humanos y medioambiente. Se han sembrado más de 423.370 unidades y la meta es llegar al millón.

12 de agosto de 2015

La Secretaría de Gestión Ambiental de Pasto ingenió un proyecto en el que el medioambiente y los seres humanos hacen un pacto que favorece a ambas partes: la naturaleza florece y las personas prosperan con ella. El primer punto consistió en elegir qué plantas sembrar para beneficiar a las dos partes. Se decidió plantar especies nativas como los alisos, que favorecen la recuperación de cuencas hídricas, y la cassia, que retiene la humedad de los suelos.

Una vez determinadas las especies, se establecieron las estrategias de cultivo. Una de ellas, una restauración activa que consiste en plantar arbustos en lotes deforestados, permitió sembrar alrededor de 1.278 árboles. Otra se basa en el modelo de cercas vivas, gracias a la cual más de 400 arbustos han reemplazado las líneas de alambre que delimitan los predios. La tercera estrategia es una restauración pasiva, en la que se protegen zonas de importancia ecológica, con más de 1.278 plantas sembradas.

Este pacto tiene también un factor social que busca recuperar una tradición ancestral de varios países latinoamericanos conocida como minga, en la cual la comunidad se reúne para trabajar en un mismo propósito que, en este caso, sería sembrar árboles. El acuerdo, además, es incluyente, pues incorpora a mujeres y víctimas del conflicto.

Un millón de árboles para la vida ocupó el octavo lugar en los Premios Latinoamérica Verde en 2016, y personalidades como Juan Manuel Santos y Martín von Hilderbrand, ganador del Premio al Sustento Bien Ganado, se han unido al proyecto para sembrar su propio árbol. Además, gran parte del personal involucrado proviene del Ejército Nacional, por lo que el pacto promueve la reconciliación en plena época de posconflicto, no solo entre seres humanos sino también con la naturaleza.