| Foto: Jörg Carstensen / dpa / AFP

MUNDO

¿Sabe usted el porqué del Brexit?

El mundo está consternado por la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Semana Educación le explica la historia de la conformación de este importante bloque y que lo del Brexit era algo que se veía venir.

2 de julio de 2016

La Unión Europea se enfrenta a la crisis política más grave desde su fundación hace más de 70 años, por la salida del Reino Unido. Pero no se trata de cualquier país, sino de la tercera economía del grupo y su primera potencia militar.

Las grietas estructurales del proyecto europeo son tan profundas que hicieron tambalear el edificio integrador del bloque. El Brexit es el mayor sismo que ha golpeado la UE desde que se fundó en 1993 como sucesora de la Comisión Económica Europea y resquebrajó un proceso considerado irreversible.

Europa creció desde sus 6 países fundadores hasta ser un club de 28 que seguía teniendo candidatos para seguir ampliándose. Sin embargo, por primera vez da un paso atrás y, como se amagó hace un año sin llegar a dar un golpe cuando se amenazó con la expulsión de Grecia, Europa muestra que también tiene puerta de salida y que su proyecto es reversible.

La UE es una asociación económica y política que nació después de la Segunda Guerra Mundial para acabar con los nacionalismos que habían sembrado de muerte y convertido en un erial de cenizas el continente. En 1958, Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos crearon la Comunidad Económica Europea, el primer paso hacia la integración. Lo paradójico es que hoy el continente se está hundiendo por cuenta del regreso de los nacionalismos y de su impotencia para hacerles frente.

Durante la Guerra Fría y especialmente en los años ochenta, la comunidad sumó Estados miembros, como Portugal, Grecia, España y la reunificada Alemania e incorporó políticas comunes.

La UE creó una moneda única europea que entró en vigencia en 2002 y suprimió los controles fronterizos entre los países miembros. La firma del Tratado de Lisboa en 2009 reunió en la Carta de los Derechos Fundamentales los derechos que las instituciones de la UW y los gobiernos nacionales deben defender.

Al día de hoy, la UE tiene 4 millones de km²  y una población de 495 millones de habitantes, la tercera en el mundo después de China e India. El multilingüismo es una característica de la diversidad cultural de la comunidad: hay 23 lenguas oficiales.

Por otro lado, la Comisión Europea es el órgano ejecutivo de la UE y representa los intereses de todos los países miembros. Tiene su sede en Bruselas, Bélgica. Cada cinco años se nombra a un nuevo equipo de 27 comisarios, uno de cada país miembro, y el Consejo Europeo propone a un candidato a la Presidencia de la Comisión.

Reino Unido, una relación de amores y odios

El Reino Unido ha sido el socio más incómodo de la Unión Europea. No participó en el euro y tampoco en el espacio de libre circulación, pero cooperó de forma  limitada en materias de seguridad y justicia. A pesar de ser una piedra en el zapato para varios planes de la UE, el Reino Unido le dio a la Comisión Europea una relación especial con el resto del mundo, especialmente con Estados Unidos. Lo cierto es que este país fue el impulsor de la apertura comercial y su primera plaza financiera. Su salida puede acabar con el sueño federalista del Viejo Continente.

En el 2003, el primer ministro Tony Blair llevó al Reino Unido a la polémica guerra contra Irak. Su incondicional apoyo a la administración estadounidense de George W. Bush provocó una ruptura con los aliados europeos, especialmente con Alemania y Francia que se opusieron a la invasión. Sin embargo, Blair había sido un defensor clave del mayor plan de expansión de la UE en el que se incorporaron diez nuevos países a la Unión en 2004. Ocho de estos países habían  pertenecido al bloque comunista y se convirtieron en democracias de libre mercado desde el final de la Guerra Fría.

Las consecuencias de aquella ampliación tendrán una influencia directa en el referéndum sobre el Brexit. En los siguientes años, miles de migrantes procedentes de los Balcanes y de otras partes, cruzaron  libremente la nueva Europa sin fronteras con el objetivo de llegar a Inglaterra. Esta migración añadió mayor presión respecto a los puestos de trabajo, los sueldos, la vivienda, la educación y los servicios de salud. Se afianzó entonces la idea de que el país era incapaz de controlar sus propias fronteras.

Como si fuera poco, los dos partidos políticos a la vanguardia de  los acontecimientos tienen nuevos líderes que van a desempeñar un papel fundamental. David Cameron se convierte en el líder de la oposición a la cabeza del Partido Conservador y Nigel Farage emerge como cabeza del Partido de la Independencia de Reino Unido (Ukip), de derecha.

En esa época, diversos acontecimientos contribuyeron al desarrollo de los euroescépticos británicos. Por ejemplo, la nueva constitución propuesta para la UE fue rechazada por los votantes franceses y holandeses; esta fue reemplazada por el Tratado de Lisboa. Entonces, Reino Unido optó por no adoptar el euro como moneda y quedarse fuera de la zona Schengen. Es así como trató de obtener más flexibilidad respecto a sus propios asuntos y una “Europa a la carta”.

Corría el año 2007 y Tony Blair dejó voluntariamente Downing Street, insistiendo en que la UE era “absolutamente central para el futuro de Reino Unido”. Sin embargo, le siguió Gordon Brown, el hombre que mantuvo al país fuera del euro.

El inicio del cisma

David Cameron se convierte en el nuevo primer ministro, pero su política llevó a Gran Bretaña hacia una dirección euroescéptica. Durante este periodo, los eurófobos crecieron y se convirtieron en la tercera fuerza del Parlamento.

El Gobierno, encabezado por los conservadores, hizo que Reino Unido se retirara de las cumbres de la zona euro, con el argumento de que “una mayor integración de la UE es sólo para la eurozona”.

El Parlamento británico aprobó en 2011 una ley que mantiene a raya la supremacía de la UE. Es así como en el futuro, para cualquier transferencia significativa de poder se necesitaría un referéndum.

Vuelven entonces los días difíciles entre el país y la UE en diciembre con una disputa en una cumbre para abordar la crisis del euro. Cameron bloquea el acuerdo intergubernamental sellado por los líderes de la eurozona sobre la regulación fiscal, dejando al Reino Unido solo en su rechazo al acuerdo. Aquello sentó un precedente en el enfrentamiento entre el Reino Unido y la UE.

En enero de 2013, el primer ministro aprovecha su discurso en Bloomberg y se compromete a realizar un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión. Las encuestas de opinión del momento estimaban en un 10% el apoyo al partido por la Independencia del Reino Unido.

La Unión Europea acababa de acoger a su país número 28: Croacia y la inmigración hacia el Reino Unido procedente de la UE se estimaba en 123.000 personas en 2013, incrementándose a 178.000 en 2014.

El 8 de mayo, David Cameron consigue formar un gobierno con una estrecha mayoría de Conservadores. Al año siguiente, los líderes de la UE llegan a un acuerdo sobre “los términos revisados de la adhesión del Reino Unido y Bruselas ofrece a Londres un freno a la inmigración para evitar el  Brexit.

La oferta final de Bruselas concede al conservador David Cameron buena parte de lo que pedía. Pero le otorgó a Londres un “mecanismo de alerta” para limitar los derechos de los trabajadores inmigrantes. Muchos euroescépticos están contentos con el acuerdo, pero los conservadores siguen divididos ahora que el Brexit ganó y el país quedó dividido.