Ritmos basados en dos o tres compases estan presentes en todas las regiones del mundo.

ESTUDIO

¿Qué tiene la música que une a toda la gente?

Sin importar el tiempo ni el lugar, la música tiene rasgos comunes que acercan a las personas, como si se tratara de un “pegamento social”.

6 de julio de 2015

Antiguamente los occidentales creían que sus escalas musicales eran universales, pero cuando se dieron cuenta de que otras culturas tenían ideas muy diferentes sobre las escalas, eso llevó a algunos a concluir que la música no tenía nada de universal.

Así se había creído, hasta que un estudio de la Universidad de Exter y la Universidad de las Artes de Tokio encontró fuertes evidencias de la existencia de rasgos comunes en la música de todas las culturas.

Los investigadores hallaron que canciones de todo el mundo tienden a compartir algunas características, por ejemplo un ritmo fuerte, que posibilita la coordinación en situaciones sociales y favorece la unión de grupo. Para llegar a esta conclusión, analizaron 304 grabaciones de diversos estilos musicales procedentes de todo el mundo.

Y aunque no encontraron rasgos universales absolutos, sí hallaron docenas de características que estaban siempre presentes en la mayoría de canciones en relación con el tono y el ritmo, así como un contexto social.

El doctor de la Universidad de Exeter, Thomas Currie, indicó que el estudio ayuda a explicar por qué los humanos hacen música. "Los resultados muestran que las características más comunes que se ven en música de todo el mundo se relacionan con cosas que permiten a las personas coordinar sus acciones y sugieren que la principal función de la música es afianzar los grupos sociales, puede ser como un pegamento social", indicó.

“En Occidente, a veces podemos ver la música como individuos expresándose o mostrando su talento, pero a nivel mundial tiende a ser más un fenómeno social. Incluso aquí lo vemos en los coros de las iglesias o en el canto de los himnos nacionales”, agregó Currie.

Los resultados señalan que ritmos basados en dos o tres compases estaban presentes en todas las regiones analizadas -América, Europa, África, Oriente Medio, sur y este de Asia y Oceanía. Incluso en países como Corea del Norte también se pueden ver ejemplos extremos de como el baile puede usarse para unir y coordinar muchedumbres.

El estudio señala que, a pesar de la gran diversidad, la mayor parte de la música en todo el mundo se basa en unos cimientos básicos muy parecidos y realiza funciones similares que, principalmente tiene que ver con unir a las personas.

"Mi hija y yo estábamos cantando, tamborileando y bailando juntos meses antes de que empezara a decir sus primeras palabras. La música no es un lenguaje universal, pero nos permite comunicarnos sin lenguaje", señaló el director del estudio y doctorando de la Universidad de Artes de Tokyo, Pat Savage.