La plazoleta del Rosario quiere implicar a sus estudiantes para que respeten el monumento y se apropien de la plaza. | Foto: Alcaldía de bogotá

BOGOTÁ

La plazoleta del Rosario no quiere más vándalos

Esta simbólica plaza delante del claustro y que durante años ha sido víctima indiscriminada de los grafitis, será la primera en beneficiarse de una iniciativa que busca preservar los puntos históricos de Bogotá.

10 de febrero de 2017

La Alcaldía de Bogotá acaba de arrancar con el programa “Adopta un monumento” que busca que los ciudadanos apadrinen diferentes puntos históricos de la capital con el fin de proteger el patrimonio. El primer lugar que busca ser adoptado es la plazoleta de la Universidad del Rosario, ubicada al frente de la Avenida Jiménez, en el corazón de la ciudad y que ya fue objeto de una intervención a finales del año pasado.

Sin embargo, días después de ser restaurada, apareció con pintadas. No fue un acto aislado: cada vez que se interviene una instalación o monumento al aire libre, se suceden los actos vandálicos que acaban con cualquier intento de embellecer la ciudad.

Esta falta de apropiación de lo público fue lo que motivó a Mauricio Uribe, director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), a promover una alianza con la Universidad del Rosario para que la institución, los estudiantes, docentes y cualquier persona que quiera sumarse se conviertan en los “protectores” de estos lugares emblemáticos y eviten que se convierten en blanco de los vándalos.  

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Se trata de una estrategia promovida por el Concejo de Bogotá en diciembre de 2015 y orientada a velar por el patrimonio histórico de la capital. Solo en 2016, la Alcaldía invirtió $675 millones para borrar grafitis en obras y fachadas patrimoniales de la ciudad. Esta iniciativa busca incidir en la cultura ciudadana, más que en las sanciones y multas como método correctivo: que los bogotanos se apropien de su ciudad.

El futuro de la plazoleta es clave porque será el barómetro para medir si el proyecto es factible. El primer paso será el de limpiar (una vez más) los grafitis y posterior a eso se pondrá en marcha una campaña de sensibilización dirigida a sus estudiantes. “Vamos a realizar varias actividades para que los muchachos se apropien de este espacio, pero también todas las personas que trabajan cerca o que pasan mucho tiempo al día en esta plazoleta. Una de ellas, por ejemplo, es que vamos a disponer de plantas, y que cada quien ponga en ella lo que quiere sembrar para el futuro en este espacio público”, explicó Iván Piñeros, jefe de Planeación y Gestión del campus de la Universidad del Rosario.

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“Una vez restaurado, el patrimonio no se protege con un policía. Es con conciencia ciudadana, con cultura ciudadana. Lo importante aquí son las campañas de sensibilización y que todos entendamos que el patrimonio cultural es colectivo”, agregó Uribe.

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Se espera que para finales del 2017 este proyecto involucre empresas y universidades para que al menos 100 fachadas en el centro histórico o monumentos conmemorativos queden bajo esta figura del apadrinamiento. Las intervenciones son llevadas a cabo por un equipo interdisciplinario profesional, con el acompañamiento y supervisión del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural.

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