Lo que aprendió de la vida con el fútbol, sin darse cuenta

¿Y quién dijo que el fútbol no enseña? En los 90 minutos de juego hay grandes lecciones que se aprenden a fuerza de seguir el deporte más popular. Sumar y restar puntajes, calcular resultados para la clasificación, rogar para que James le pegue con la zurda en el pase gol y pedir a un jugador en vez de otro son solo algunas muestras de las enseñanzas que deja el jogo bonito.

Semana Educación preparó una lista de las cinco clases que nos imparte el fútbol. Las que, por supuesto, todo buen hincha aprobó sin darse cuenta.  Y no, la convivencia, pese a ser la más mencionada, no la hemos logrado.

Geografía
Si algún aprendizaje nos ha dejado la Copa América en estos seis días es que Jamaica no queda en África. Aunque el jugador uruguayo Edinson Cavani diga lo contrario: “Como todo equipo africano, Jamaica es difícil por su velocidad y su fuerza”. Una frase que se llevó las mejores carcajadas, pero que puso en evidencia la importancia de estar ubicado geográficamente.

Y es que al ver a los 22 jugadores disputándose el balón no solo hay que fijarse en el color de la camiseta. También se puede aprender a qué país corresponden las banderas del marcador, en qué continente quedan y en qué idioma se comunica cada equipo. Los más curiosos se preguntará por las características del lugar donde se juega el partido: si está al nivel del mar, su humedad, la temperatura, las predicciones meteorológicas y hasta el efecto del clima sobre el césped.

Matemáticas
No haber clasificado a tres mundiales consecutivos convirtió al hincha promedio colombiano en un as para las matemáticas. Todo por cuenta del repechaje y de esos puntos que por 16 años nos mantuvieron al margen de la Copa del Mundo. Así, un seguidor del fútbol es capaz de calcular en un par de segundos, cuántos partidos hay que ganar, cuántos se pueden empatar, cuál es la diferencia de gol necesaria y cuál de los otros equipos debe perder para que las matemáticas jueguen a favor de la tricolor.

Estrategia
No son pocos los colombianos que, desde la sala de su casa, le han gritado al ‘profe’ Pékerman a quién debe meter y a quién debe sacar. Tampoco son extrañas las conversaciones post-partido sobre lo que hubiera pasado si tal volante de creación entra en vez de tal delantero. Los hinchas son unos expertos de la estrategia y conocen a la perfección el engranaje de cada equipo. Desde la W y el 4-4-2 hasta las más sofisticadas alineaciones, no hay quien se resista a jugar al director técnico y mover a los jugadores como fichas de ajedrez.

Historia
No hay mundial o copa sin una historia detrás. El fútbol mantiene estrechas relaciones con hechos pasados que atraviesan la política, la sociedad, la economía y el devenir de los pueblos. ¿Cómo no hablar del Mundial del 78 en Argentina sin mencionar la dictadura de Videla y los desaparecidos? O en esta Copa América ¿cómo no recordar que en el Estadio Nacional de Santiago de Chile fue un centro de detención y tortura bajo las órdenes de Pinochet? Pero no todos han sido episodios dolorosos. En México 86, este país le mostró al mundo que pudo levantarse después del terremoto que sufrió un año antes.

Ciencia
Vectores, fuerza, fricción, velocidad, energía cinética, aceleración y ángulos. La combinación correcta de estos elementos puede terminar en un gol.  La posición del pie, la manera en que impacta el balón, la fuerza de la patada, la dirección del viento, el impulso con el que viene el jugador, todo influye en la ciencia del fútbol. No en vano se compara a grandes jugadores como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo con máquinas.

Bonus track: Memoria
Aunque no es una materia como tal, el arte de almacenar grandes cantidades de información y detalles es una de las habilidades que más desarrolla con la pasión del fútbol. No solo es aprenderse el número de las camisetas de cada jugador, o saberse sus nombres, sino también en qué clubes jugó, cuánto vale su pase, cuántos goles lleva en la temporada, cómo fue se desempeño en encuentros anteriores, quién es su director técnico y su novia y quién lo descubrió. Todo esto sin Google.