En Cali denuncian una maquinaria de corrupción puesta al servicio de los políticos que buscan curules en las próximas elecciones. | Foto: Daniel Reina

ELECCIONES 2010

Las mañas electorales hacen fiesta en el Valle del Cauca

Desde niños que monitorean por quién votan los adultos hasta supuestas promociones en las que se camufla la plata para comprar votos, hacen parte de las trampas electorales, denuncian dirigentes comunales.

Luis Ángel Murcia, corresponsal de SEMANA en Cali
23 de febrero de 2010

Dinero constante y sonante camuflado en mercancía al detal como calzones, discos compactos, niños que son usados como ´mulas´ en los puestos de votación, agasajos para atraer electores, mercados, materiales para construcción, paseos, rifas y hasta cargos en entidades oficiales, hacen parte del menú de este sórdido escenario que cercena la democracia en la Sultana del Valle. Por eso, líderes, presidentes de las Juntas de Acción Comunal, concejales y candidatos al Congreso, afirman sin temor que las elecciones ya se las robaron de antemano.

La malicia que muestran quienes están detrás de esas maquinarias de corrupción descresta y pone sobre el tapete la debilidad de los controles y, en algunos casos, la permisividad de quienes ejercen la veeduría de los procesos electorales. “Por ejemplo, nadie entiende cómo al otro día de que ADN perdiera la Personería Jurídica, toda la publicidad se cambió por nuevos pendones, carteles, pasacalles y vallas con publicidad de sus candidatos con el nuevo logo de PIN, sin que ninguna autoridad se preguntara de dónde salió toda esa plata”, expresó un dirigente caleño.

Como en varias regiones del país, el panorama en el Valle del Cauca previo a las elecciones no es el más transparente. Por ejemplo, sólo en la Unidad de Reacción Inmediata para la Transparencia Electoral, más conocida como Uriel, que es algo así como el FBI de las elecciones, a febrero 19 de este año suma un total de 87 denuncias de las cuales el 16 se produjeron en esta región del país. Pero lo más grave del asunto es que entre las quejas recepcionadas por ese comité adscrito al Ministerio del Interior y Justicia, proliferan denuncias por corrupción al sufragante, constreñimiento, dineros calientes en campañas y participación de funcionarios en política. Sumado a ello, un informe de la Misión Internacional de Observación Electoral, MOE, aseguró que en 159 municipios del país existe riesgo electoral.

El Partido de Integración Nacional, PIN, antes conocido en el Valle como Alianza Democrática Nacional, ADN, si bien es el más polémico, no es el único en este desfile de presuntas irregularidades. Junto a él se encuentran otras colectividades que aunque no muestran abiertamente sus garras, ya hay rastros de sus viejas prácticas políticas, Desde el Partido de La U, pasando por Cambio Radical, Conservatismo. Polo Democrático y algunos miembros del Liberal figuran entre el top de los más boyantes en recursos.

Semana.com se entrevistó con una docena de dirigentes comunales del mítico Distrito de Aguablanca, que pidieron la reserva de sus nombres en vista del riesgo que corren, considerado el fortín electoral de la ciudad cuyo potencial supera los 300.000 sufragantes, es decir la mitad del total de votantes de la capital del Valle; Allí encontramos varias perlas:

¡Se compran votos¡

Una de las mayores sorpresas reveladas por los protagonistas de los delitos electorales en Cali, es la forma como se tiene estructurada la compra de votos el mismo día de la elección. Allí se teme que de nuevo aparezca el mítico hombre del maletín repleto de dinero, que se creía extinto de las jornadas democráticas.

Según detallaron varios de los líderes de las comunas 7, 12, 13, 14, 15, 16 y 21, consultados por Semana.com, para esa fecha se monta una maquinaria integrada por comerciantes, vendedores ambulantes y el apoyo de algunos miembros de la fuerza pública. “El asunto es simple. Para que no nos cojan entregando plata a los votantes en la calle, el día antes se les dice que el dinero se les entregará en un almacén donde se ofertan calzones en promoción o con un vendedor ambulante que está en el sector ofreciendo discos compactos a mil pesos; en medio de la mercancía va la plata. Si en el momento del operativo alguien denuncia que están comprando votos, tenemos contactos con algunos policías que nos avisan para que escondamos las pruebas”

Voto amarrado

Pero después de pagar el voto, ¿cómo se aseguran que efectivamente tanto el votante como el líder cumplieron su parte?.

Esa etapa se construye desde la misma inscripción de las cédulas y las reuniones políticas que se hacen semanalmente con el candidato y el respectivo líder. Además del empadronamiento previo al que fue sometido el votante durante los encuentros barriales, los líderes reclutan a menores de edad que el día de elecciones se encuentran ubicados dentro de los sitios de votación, “Como los votantes a quienes se les pagó van marcados en su mano o ropa, el muchacho lo que hace es acompañarlo al cubículo y votar por el candidato del grupo. En otros casos lo que se le exige al votante una vez ejercido el derecho a sufragar, es que se dirija a una sede donde le obsequian una caja con lechona y a cambio él debe dar el dato exacto de la mesa donde votó, para luego contabilizarlo. A los menores que hacen esa tarea de acompañar en las urnas al votante se les paga en promedio un millón de pesos por todo el día. Otro recurso es pedirle al votante que con el celular le tome una foto al tarjetón marcado”.

Varios de los líderes consultados insistieron en la necesidad de buscar garantías de que en efecto las personas votaron por el candidato acordado, puesto que si no cumplen con el número de votos “el precio que se paga por ello es la vida. Tenemos varios casos de elecciones pasadas donde los líderes son asesinados una semana después de los comicios porque se ´comieron´ la plata y de los votos nada”.

¿Quién da más?

De acuerdo con varios líderes comunales, el precio que reciben por cada voto oscila entre los 50.000 y 100.000 pesos. “De ese valor finalmente al votante se le entregan 30.000 pesos”, dijo uno de los entrevistados, quien por obvias razones pidió omitir su nombre. Agregó, que ese precio se viene aplicando en las reuniones semanales donde asisten un promedio de 200 personas, “Antes de esas charlas políticas un líder ganaba en promedio 400.000 pesos quincenales por el trabajo de campo y reclutamiento de votantes, pero ya en campaña el precio es por asistente a las reuniones”.

Rifas, paseos y lechona

Para amarrar a los potenciales votantes y que se comprometan en asistir a las reuniones semanales con el dirigente político, se preparan algunos incentivos bien particulares. Por ejemplo, además del tradicional subsidio de transporte en aquellos casos donde se deben hacer desplazamientos masivos, el líder se encarga de preparar agasajos que incluyen lechona, emparedados, rifas de carros (en la boleta sólo dice que el premio es un celular) y además los premian con paseos barriales a zonas eco turísticas de Cali como Pance o el parque de la salud. “En las reuniones lo que hacemos es empadronar al votante. Es decir insertamos en nuestras bases de datos sus datos personales, el sitio y la mesa donde tiene que votar”.

Puestos y más puestos

Como es obvio en estas ferias de dádivas, político que se respete ofrece el trabajito para el hijo, la suegra, el cuñado o toda la familia. Un sondeo con cada uno de los líderes entrevistados permitió establecer que entre los cargos más ofertados por entidades figuran supuestos empleos en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, la Gobernación del Valle y algunas dependencias de la Alcaldía de Cali. En el caso concreto del alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, existen serias denuncias que dan cuenta de la manera como su hermano Mauricio Ospina, al parecer se vale de la maquinaria oficial para hacer campaña y se le acusa de presionar a los contratistas del municipio para que lo apoyen. “A través de las cuatro ESE existentes en todo la ciudad se induce a los empleados para que apoyen a Mauricio. Recientemente hubo un incidente en el colegio INEM, donde el candidato apareció en ambas jornadas académicas para reunir a los profesores y darles una charla proselitista”, dijo a Semana.com un concejal. Para evitar esas suspicacias el alcalde pidió al ministro del Interior Fabio Valencia Cossio, nombrar un alcalde Ad hoc que presida la comisión de seguimiento de los procesos electorales de la ciudad. Si bien es un gesto plausible, no resuelve el fondo de las denuncias en el sentido de que parte del aparato burocrático del municipio podría estar beneficiando a su hermano. De hecho, durante el fin de semana Noticias Uno reveló un video grabado desde un celular donde se observa al señor Alfredo Valenzuela, asesor del alcalde, ofreciendo una charla donde exalta las bondades del hermano del alcalde como candidato al Senado.
 http://www.noticiasuno.com/index.html
 

El trasteo del Valle

Las amenazas al proceso electoral no sólo se concentraron en Cali; en varios de los restantes 41 municipios del departamento las autoridades deben lidiar con fenómenos que van desde la excesiva publicidad de algunas campañas y la trashumancia o más conocido como trasteo de votantes.

Buenaventura, El Dovio, Yotoco, Guacarí, Calima Darién y Argelia, son las localidades donde ya sea la Registraduría, el Consejo Nacional Electoral, CNE o la Misión Internacional de Observación Electoral, MOE, reportan alguna irregularidad con la transparencia de estas elecciones.

Por ejemplo, en el puerto de Buenaventura considerada la casa natural donde hacen política los candidatos Hémel Hurtado al senado y Jhon Jairo Hinestrosa Sinisterra a la cámara, fichas del ex senador Juan Carlos Martínez Sinisterra, hay dominio total del Partido de Integración Nacional, PIN. “Existe un temor general por aceptar o permitir cualquier acto de campaña distinto al de los candidatos de PIN; si es funcionario de la alcaldía teme que lo echen y si es un líder cívico de entrada pide 60 mil pesos por cada voto”, explicó un candidato liberal que recientemente hizo campaña en ese municipio.

En el Dovio, localidad ubicada al norte del Valle y flagelada por narcos como Iván Urdinola Grajales, Orlando Henao y Diego Montoya con sus mercenarios Los Machos, grupo armado irregular que custodiaba sus cultivos y laboratorios de coca en la región, está agobiado por el trasteo de votos y la presencia de otra organización mafiosa que se teme ejerza presión sobre el electorado: Los Rastrojos. “Cientos de votantes de Versalles, municipio vecino de El Dovio, fueron inscritos en las veredas donde por razones de seguridad pocos pueden asistir a votar”, dijo un concejal de ese municipio.

Pero el premio mayor al trasteo de votantes se lo lleva Argelia. En este municipio del Valle denunciaron trashumancia en el 55 por ciento del total de cédulas inscritas para las elecciones; esa cifra les da hasta para elegir alcalde. Lo insólito es que pese a las evidencias ninguna autoridad se ha pronunciado.

Semana.com pudo establecer que algunas de las cédulas fueron dadas de baja por muerte del titular o se encuentran inhabilitadas tras haber perdido sus derechos electorales por ser objeto de condenas. (lea el informe completo de este caso en:
 
https://www.semana.com/noticias-politica/super-trasteo-argelia/134779.aspx
 
Frente a la voracidad de las maquinarias electorales las autoridades encargadas de la transparencia de las elecciones siguen su tarea para frenar las irregularidades y el poder del señor dinero. Todo indica que no les será fácil.