POLÍTICA

La dura pelea que se viene por el Congreso

Las listas tienen poca renovación y mucho cuestionamiento. Se impusieron el pragmatismo y la efectividad electoral. Cambio Radical, La U, los liberales y los conservadores recibieron más palo que los demás.

16 de diciembre de 2017

Hace una semana los análisis políticos dejaron de concentrarse en la campaña presidencial y se extendieron a las elecciones de Congreso. El cambio de foco se debió a que los partidos presentaron sus listas de candidatos a Senado y Cámara.

A pesar de que el Congreso es la institución más desprestigiada del país, con el 82 por ciento de imagen desfavorable, lo que suceda con su elección podría reconfigurar el escenario para las presidenciales. Los propios candidatos aseguran que las encuestas pueden cambiar después de marzo. A eso se suma que el apoyo de los congresistas al Ejecutivo es el que determina la gobernabilidad.

La importancia del Legislativo quedó en evidencia en los últimos meses cuando la fragilidad de la Unidad Nacional y la dureza de la oposición le complicaron la vida a la paz. No fue así durante los seis primeros años de Santos, en los que la coalición de gobierno se mantuvo viva y el Ejecutivo pudo sacar adelante sus prioridades, incluyendo, además de la paz, una impopular reforma tributaria.

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Para hacer sus cálculos y pelear por las 102 curules del Senado y las 166 de la Cámara, los partidos dieron duras discusiones sobre la cabeza de lista y buscaron políticos con alto potencial. En muchas de las listas privilegiaron las estructuras políticas tradicionales sobre la transparencia. En La U, Cambio Radical, el Partido Conservador, el Liberal y Opción Ciudadana, hay un número significativo de candidatos cuestionados por su pasado o por su cercanía con políticos acusados de parapolítica y corrupción.

Entre las listas que más palo han recibido están las de Cambio Radical. Durante meses el presidente del partido, Jorge Vélez, y el candidato Germán Vargas elaboraron las planchas con el objetivo de pasar de 9 a 20 senadores y de 16 a 20 representantes. A última hora, definieron que el representante Rodrigo Lara, y no Carlos Fernando Galán, encabezará la lista de Senado. De hecho, Galán no irá de nuevo al Congreso porque le molestó que en la lista aparecieran familiares de parapolíticos como Richard Aguilar, hijo del oficial retirado Hugo Aguilar; Daira Galvis, abogada de la Gata, con dos investigaciones preliminares por parapolítica y quien repite; Temístocles Ortega, exalcalde del Cauca investigado por presuntos desvíos de dineros públicos a favor de candidaturas; y Juliana Escalante, sobrina de Álvaro García, condenado por la masacre de Macayepo.

Con el portazo público de Galán, Vargas Lleras pierde una ficha de opinión clave. Sin embargo, además de Lara, en la lista le quedan otros de sus coequiperos más fieles como Germán Varón y Antonio Guerra de la Espriella, involucrado en el escándalo de Odebrecht. Tendrá el segundo lugar la evangélica Claudia Rodríguez de Castellanos, quien llegó a Cambio Radical luego de romper cobijas con Álvaro Uribe.

En La U también hay un buen número de investigados o de ‘herederos de investigados’. Aurelio Iragorri, presidente del partido, decidió apostarle al pragmatismo en una plancha a Senado con personalidades políticas de alta influencia regional, sobre todo en la costa Caribe. En la lista, que aún no apoya un candidato presidencial, se encuentra el hermano del protagonista del cartel de la toga Musa Besaile, John Moisés. También busca repetir Andrés García Zuccardi, hijo de Juan José García, condenado por peculado; Manuel Guillermo Mora, investigado por presuntos nexos con grupos armados ilegales; y Eduardo Tous, heredero de la estructura política de Bernardo Miguel ‘el Ñoño’ Elías.

La presencia de familiares de investigados se reproduce en las listas de Cámara de La U. Julio, el hermano de Ñoño, encabezará la lista de Cámara por Córdoba del mismo partido. Por primera vez buscará una curul Alfredo Deluque, quien tiene el apoyo de las estructuras de Hernando Deluque, destituido gobernador de La Guajira.

La lista de Senado de La U tendrá en primer lugar a Roy Barreras, a quien el propio presidente Santos convenció de encabezar a cambio de desistir de su candidatura presidencial. También repetirá Armando Benedetti, hasta hace poco cercano al gobierno y acusado por el fiscal de favorecer a Odebrecht. Aunque en 2014 La U se convirtió en la principal bancada con 19 senadores y 37 representantes, es probable que este número disminuya por cuenta de los escándalos que han salpicado al partido y de la baja popularidad de su jefe natural, Juan Manuel Santos.

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También ha recibido críticas la lista liberal. Horacio Serpa, quien en 2014 tuvo la mayor votación del partido, anunció que no participaría. Según Serpa, César Gaviria se equivocó al nombrar como cabeza al representante Mauricio Gómez Amín. Serpa insiste en dos inconsistencias. 1) Gómez Amín es poco conocido y 2) fue de los pocos liberales que votaron negativamente dos aspectos esenciales del acuerdo de paz: la participación política de las Farc y las circunscripciones especiales para víctimas del conflicto. Esto último llama la atención, pues al definir la candidatura liberal a la Presidencia Gaviria insistió en que el aspirante rojo debía estar comprometido con la paz y con ese argumento compartió la elaboración de un manifiesto que no aceptó Viviane Morales, quien aspiraba a la candidatura presidencial. Ahora Viviane no estará en la lista al Senado, pero sí Gómez Amín, igual de crítico del proceso.

En la lista a la Cámara de Bogotá hubo un malestar similar. La decisión de Gaviria de poner a Juan Carlos Losada a encabezar llevó al retiro voluntario de las candidaturas de Clara Rojas y Andrés Villamizar. Este último entró a la Cámara en 2015, después de que demostró que le quitaron 241 votos injustificadamente y que a Losada le sumaron 19.

En cuanto a investigados o familiares de investigados, se destaca la presencia en la lista de Laura Fortich, sobrina política de Álvaro Ashton, recién capturado por Odebrecht y el cartel de la toga. También buscarán repetir Arleth Casado, esposa de Juan Manuel López, condenado en 2008 por haber firmado el Pacto de Ralito; y Lidio García, quien tiene una investigacion preliminar por nexos con las AUC.

Entre los liberales más activos en el Congreso y que buscan llegar de nuevo al Capitolio están los senadores Luis Fernando Velasco y Sofía Gaviria. Se especula que los liberales podrían disminuir su votación (hoy tienen 17 senadores y 39 representantes).

En tierra derecha

Por el lado de los conservadores, en la cabeza de la lista que históricamente le había pertenecido a Roberto Gerlein, ahora estará Miguel Gómez Martínez, nieto de Laureano Gómez y con una trayectoria política en la Cámara. Por las posiciones de Gómez, quien como congresista se opuso a la Ley de Víctimas y defendió a capa y espada el fuero militar en la reforma a la justicia, su postulación se interpreta como un guiño a Uribe. Su cercanía indirecta con el expresidente es tal, que su papá, Enrique, hace parte de una ONG que se fundó para defender a los funcionarios investigados y que hicieron parte del gobierno anterior. En cuanto a la lista de la Cámara para Bogotá, por primera vez este puesto no lo ocupará Telésforo Pedraza. En su reemplazo estará Juan Carlos Wills, cercano a Cepeda.

Entre los candidatos azules familiares de políticos, a Senado se destaca Nadia Blel, heredera de Vicente Blel, condenado por parapolítica. También aspiran a reelegirse Nora García, con una investigacion preliminar por presuntas relaciones con las autodefensas; y Yamina Pestana, quien tiene el apoyo de la organización política de su hermano Pedro, condenado por parapolítica.

Opción Ciudadana, antiguo PIN, una quinta lista con candidatos cuestionados, presentará como cabeza a Doris Vega, esposa de Luis Alberto Gil, condenado por parapolítica, destituido e inhabilitado por la Procuraduría. También estarán Fernando Gómez Bacci, hijo del exgobernador condenado de La Guajira Kiko Gómez; y Antonio José Correa, quien en 2010 fue acusado de recibir una donación de Hector Julio López, el hijo de la Gata. Por si fuera poco, la DEA reseñó a una persona de su unidad legislativa por testaferro de la Gata.

En cuanto a la lista al Senado del Centro Democrático, no han salido a la luz candidatos cuestionados. El expresidente Uribe se la jugó por senadores y representantss actuales, allegados y personas de derecha radical. Con ellos, que esta vez irán en lista por voto preferente y no en lista cerrada, busca aumentar 10 curules en cada Cámara (hoy tiene 20 senadores y 19 representantes).

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En esta plancha sorprende que no están dos de los precandidatos presidenciales del Centro Democrático, y de quienes se había dicho que entrarían a sus filas: Rafael Nieto y Carlos Holmes Trujillo. En cambio, Paloma Valencia y María del Rosario Guerra ocupan los primeros puestos y las siguen figuras que hoy no tienen curul como Sergio Araújo, excandidato a la Alcaldía de Valledupar; Rubi Chaguí, jefa de prensa de Uribe durante los últimos años; Eva María Uribe, presidenta de la ETB en la actual administración de Peñalosa; Leszlie Kalli, quien viajaba en el avión de Avianca secuestrado por el ELN en 1999; y el coronel (r) Luis Alfonso Plazas Vega, quien estuvo al frente de la retoma del Palacio de Justicia. En la Cámara por Bogotá estarán los actuales representantes Edward Rodríguez y Samuel Hoyos; Enrique Cabrales, hermano de la nuera de Uribe y excandidato a la Asamblea de Bolívar; Gabriel Santos, hijo de Pacho Santos; José Jaime Uscátegui, hijo del general Jaime Uscátegui, condenado por la masacre de Mapiripán; y Juan Manuel Daza, quien fue secretario privado del expresidente y ahora cuenta con el apoyo de María Fernanda Cabal, que pasa al Senado.

Sin investigaciones

Además de la uribista, las otras listas en las que hasta ahora no aparecen con investigaciones en la Corte Suprema de Justicia ni son herederos de parapolíticos son la Verde, la del Polo y la que Clara López y Gustavo Petro llamaron la ‘lista de la decencia’.

Para garantizar el umbral, que su lista pasó raspando en 2014, los verdes pusieron a encabezar a Antanas Mockus, quien tendrá que apoyar a Sergio Fajardo a la Presidencia (le había dado su espaldarazo a De la Calle en la consulta liberal), y hacer una campaña capaz de reponer el hueco que deja en la lista la salida de Claudia López y de Antonio Navarro. Este último anunció que no se presentará, pues en 2019 buscará la Alcaldía de Bogotá. Por su parte, el lugar de Claudia López lo ocupará la representante Angélica Lozano. Los verdes aspiran, con Mockus a la cabeza, a duplicar sus senadores (hoy tienen cinco).

Como los directivos de la Alianza Verde y del Polo decidideron que el candidato de su Coalición será Fajardo, este incluyó políticos de sus tropas en la lista de los verdes. En la de Senado estará de segundo el antioqueño Iván Marulanda, compromisario de Fajardo en la coalición. El tercer puesto será para Antonio Sanguino, expresidente del partido.

El Polo, que compartía la dificultad del umbral, decidió recuperar a Robledo como cabeza de lista para jalonar la votación. No en vano, el excandidato presidencial fue la primera votación en 2014 con casi 200.000 votos. Le siguieron Iván Cepeda, Alexánder López, Alberto Castilla y Senén Niño, quienes buscarán de nuevo una curul en el Senado. La lista a la Cámara en Bogotá la encabezará, como es habitual, Germán Navas Talero y volverá al ruedo, después de tres periodos, el líder sindical Wilson Borja.

La otra coalición que inscribió lista fue la de Petro y Clara López, llamada ‘lista de la decencia’. A Senado incluyeron al libretista Gustavo Bolívar; a Aída Avella, presidenta de la UP; al expresidente de Fecode Tarcisio Mora; a Luz María Bernal, una de las madres de Soacha; y a la exsecretaria de Gobierno de Bogotá Gloria Flórez. Se trata de una lista de personas que quieren llegar al Congreso por primera vez y que han sido de la ASI, la UP, el Partido Comunista o miembros del equipo de Petro y López. Necesitan más de 500.000 votos para alcanzar el umbral. La Cámara por Bogotá la encabezará María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro.

Entre los partidos minoritarios, el Mira buscará volver al Senado con los representantes Carlos Guevara y Ana Paola Agudelo a la cabeza. Por primera vez en la historia se presentará en lista con voto preferente.

Por último, estará la lista de la Farc, que inscribió a 23 candidatos y cuyos 5 primeros nombres son Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Victoria Sandino, Julián Gallo y Griselda Lobo. En virtud del acuerdo de paz, las Farc tienen derecho a 5 curules en Senado y 5 en Cámara, independientemente de su votación. Si superan el umbral y los votos necesarios para tener 5 curules en cada corporación, podrían elegir a más congresistas.

En las listas más conocidas, o con posibilidades, el porcentaje de repitentes es del 60 por ciento. Todos los partidos apostaron por las listas con voto preferente, y la mayoría de ellos prefirieron dar la pelea por las curules con políticos probados en unos comicios en los que parece importar menos la reputación que los votos, y que serán la antesala de la elección presidencial.

Los que no estarán

Con el debate interno en los partidos, la discusión sobre las cabezas de listas y otras razones, varios senadores con protagonismo político y mediático no aspiran a repetir. Entre ellos estarán los siguientes:

Carlos Fernando Galán (Cambio Radical): en un tuit afirmó que no participará en la campaña al Congreso por su malestar con la manera como se conformaron las listas de Cambio Radical. Posiblemente, aspirará a la Alcaldía de Bogotá.

Juan Manuel Galán (Partido Liberal): se distanció de las directivas de su partido cuando decidieron elegir candidato por consulta y no por una encuesta en la que él quería participar.

Viviane Morales (Partido Liberal): no estuvo de acuerdo con la consulta liberal de noviembre ni con que el partido estableciera que sus candidatos deben apoyar todos los aspectos relacionados con el proceso de paz. No se sabe si buscará otro aval.

Claudia López (Alianza Verde): no volverá para abrirle espacio en la lista a Senado a su coequipera, la actual representante Angélica Lozano.

Antonio Navarro (Alianza Verde): decidió lanzarse a la Alcaldía de Bogotá.

Horacio Serpa (Partido Liberal): rompió con el director del partido, César Gaviria, cuando este decidió poner en cabeza de lista a Mauricio Gómez Amín y no a él. Su hijo Horacio José, hasta hace poco concejal de Bogotá, estará en la lista.

Jorge Iván Ospina (Alianza Verde): Ospina, presidente de su partido, no volverá a lanzarse para hacer política en el Valle, donde comenzó su carrera.

Iván Duque (Centro Democrático): será candidato presidencial.

Alfredo Ramos (Centro Democrático): el hijo de Luis Alfredo Ramos tomó la decisión de continuar su carrera política por fuera del Legislativo.

Juan Carlos Restrepo (Cambio Radical): en la lista inscrita la semana pasada no aparecía el nombre de este senador.

Hernán Andrade (Partido Conservador): en lugar del senador, salpicado en el escándalo de corrupción de la Justicia, aspirará su hermana Esperanza.