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| Foto: Lina Rozo/Kienyke.com

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Adiós a un cóndor

Su cara de malo, su carácter y su habilidad para encarnar la cultura popular quedarán en la historia del cine y la televisión colombiana.

21 de febrero de 2015

Frank Ramírez, uno de los actores clave los últimos 40 años en Colombia, murió el jueves a sus 76 años en Bogotá. Nacido en Aguazul, Casanare, arrancó su carrera como pintor, pero a los 25 años se instaló en Nueva York para estudiar actuación. Tras un paso por la televisión y el cine estadounidenses volvió a Colombia para protagonizar La mala hora, por petición del libretista Bernardo Romero Pereiro quien le dio un consejo que lo marcó para siempre: “Solo quiero que seas Frank Ramírez”. Siéndolo se convirtió en un ícono. Interpretó al violento León María Lozano en Cóndores no entierran todos los días (1984), papel que le valió el premio a mejor actor en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, España, y el Festival de Cine de Chicago, y al hábil Perro Romero en La estrategia del caracol (1993). También tuvo roles memorables en exitosas series de televisión como El gallo de oro (1981), Perro amor (1998) y Pecados capitales (2002). Apareció por última vez en Metástasis (2015), la adaptación en español de la serie estadounidense Breaking Bad. Quienes lo conocieron cuentan que era un hombre solitario y terriblemente reservado. Después de salir del set, prefería encerrarse en su casa, donde solía entregarse a su afición de toda la vida: pintar.