QUÉ PASÓ CON
Alberto Zalamea
Dentro de las muchas celebraciones e historias que han aparecido con motivo de los veinte años de la Constitución Política de 1991, pocos recordaron que este reconocido periodista.
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Dentro de las muchas celebraciones e historias que han aparecido con motivo de los veinte años de la Constitución Política de 1991, pocos recordaron que este reconocido periodista, político e intelectual fue el único constituyente que se negó a firmar el texto final de la Carta porque, según él, todo había sido una búsqueda mediocre de solución a los problemas del país y porque “la Constitución del 91 no iba a cambiar al pueblo”. La vida de Zalamea no se puede narrar fuera del periodismo. Fue director de la revista SEMANA en 1959, en su primera etapa, y director de La Nueva Prensa. Luego, columnista de Cromos y El Tiempo. En 1999 escribió Gaitán, autobiografía de un pueblo, con la que dejó en claro su otra pasión: la política. Fue concejal de Bogotá y representante a la Cámara entre 1970 y 1972; embajador en Costa de Marfil (1979); en Caracas durante el gobierno de Betancur, e Italia a finales de los noventa. En todas las esferas Alberto Zalamea dejó en claro su férrea defensa a la libertad de expresión sin amarras, lo que se convirtió en una de sus preocupaciones. En un debate sobre el oficio en la Comisión Primera sentenció: “Preocupémonos mejor, de reafirmar la libertad del periodismo en todas sus manifestaciones, cuya esencia es la misma: ser prensa”. Su último trabajo fue como decano de Comunicación Social en la Universidad Jorge Tadeo durante varios años, donde se pensionó. En marzo pasado, Zalamea sufrió una caída y se rompió la cadera. Tras una intervención quirúrgica, hoy está en su casa, luchando por recuperarse. El ‘doctor no’, como lo llamaban en la Asamblea Constituyente, tiene 81 años y la prensa espera recuperar la voz clara y directa de este “guerrero”, como lo define su esposa, Cecilia Fajardo.