Anthony de Ávila

Mientras en Caldas aún gozan con la Copa Libertadores, los seguidores de otros equipos recuerdan las oportunidades perdidas. Es el caso del América, que llegó en cuatro oportunidades a la final y no la ganó. Precisamente la primera ocasión fue en 1985, cuando los escarlatas jugaron contra el Argentino Juniors y perdieron en los disparos desde el punto penal ante el fallo del delantero Anthony de Avila. Sin embargo, eso no impidió que él se convirtiera en uno de sus ídolos más eficaces pues en su historia hizo 180 anotaciones; aún es su máximo goleador en el torneo colombiano y en la Copa Libertadores, y con 286 hace parte de los máximos anotadores de la historia del fútbol colombiano. Después de 1996 jugó en Metro Stars de Estados Unidos y Barcelona de Ecuador. Hoy con 40 años vive en Cali, donde estudia para ser director técnico, aunque la mayor parte de su tiempo lo dedica a administrar un negocio particular: un restaurante de su propiedad llamado El Castillo del Pitufo de Ávila.