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Barbarie en Nariño

Túquerres quedó estremecido en la madrugada del 30 de enero por un macabro caso de Ripley criollo.

5 de febrero de 2011

Túquerres quedó estremecido en la madrugada del 30 de enero por un macabro caso de Ripley criollo. En medio de una feria en la vereda Santander, un hombre se acercó a una caseta a pedir licor. Cuando se lo negaron, se subió en la moto en la que había llegado con un acompañante, para volver minutos después armado con una subametralladora Uzi con la que empezó a disparar. Cinco miembros de una misma familia indígena, entre ellos un bebé de un año, una niña de 7 y un joven de 16, murieron en el acto. La Policía lo capturó y a cuatro personas más. En su casa encontraron munición y prendas de uso militar. Un caso –otro más– de homicidio cuya única explicación parece ser uno de esos arranques de intolerancia irracional, por desgracia, cada día más común en Colombia.