Cali, en la mira del mundo

El asesinato y la presunta persecución a Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Lgbt) que habitan en Cali, prendió las alarmas de la comunidad internacional, defensora de los derechos humanos.

El ‘florero de Llorente’ de esta problemática se quebró el pasado viernes 6 de marzo cuando fue asesinado el activista Álvaro Miguel Rivera. El señor Rivera, líder de un colectivo gay, fue hallado en su apartamento amordazado, con señales de golpes en su cabeza, cuerpo y con los dientes rotos. Precisamente en diciembre pasado este activista había denunciado ante la Defensoría del Pueblo del Valle la presunta persecución y hostigamientos de la que es objeto la comunidad Lgbt por parte de algunos sectores sociales y la Policía. Además, señaló que la homofobia manifiesta por algunos miembros de organismos que investigan los 21 crímenes de transexuales (la mayoría de ellos dedicados a la prostitución) ocurridos en los últimos dos años en Cali, son la causa de la impunidad. Toda esa problemática es seguida con lupa por la Organización Mundial Contra la Tortura y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que desde hace un par de años se vienen pronunciando y pidiendo respuestas al respecto.