Home

Enfoque

Artículo

Campañas al tablero

13 de mayo de 2006

El publicista Carlos Duque, experto en campañas electorales, evalúa para SEMANA las estrategias de los principales candidatos.

Álvaro Uribe
La estrategia es acertada. Afirma que la iniciativa es de la gente y no del candidato. Pero la factura es pobre: no tiene contundencia. No compite en los mismos términos publicitarios con los otros. Es pálida, gris y no tiene fuerza. No hay identidad gráfica, porque se basa en la colaboración de los electores y por consiguiente maneja muchos conceptos gráficos. El eslogan, ‘Adelante presidente’ es el único aporte del equipo del candidato. Bien pensado, porque lo diferencia de los demás competidores, pero debería tener un tratamiento que lo reforzara.

Horacio Serpa
Tiene la mejor campaña, desde el punto de vista de la factura publicitaria. La calidad es muy buena, pero creativamente es muy mala. Tiene tono perdedor. Eso de ‘Yo insisto en lo que usted insiste’ no funciona. No es el momento de insistir. Quiere trasladarle su complejo de candidato remitente, y sin opción, al elector. A causa de la mala estrategia, la campaña desaparece, se vuelve invisible, a pesar de su buena producción publicitaria.

Carlos Gaviria
La campaña del Polo es muy confusa. Tuvo una etapa de expectativa, la de ‘Yo no elegí votar por…’, que no se recogió después. La segunda etapa –‘Somos mucho más que dos’– no está bien ligada a la primera. Y no es claro su significado. ¿Por qué más que dos? ¿Quiénes son los dos? Es muy intelectual. Se necesita un curso de Constitución para entenderla. Lo que ha beneficiado a Gaviria es que Uribe, cuando dijo que la elección es entre la seguridad y el comunismo, lo convirtió en el retador, en lugar de Serpa.