Campanazo de alerta

Sin que se hiciera mucho ruido la semana pasada fue radicado en el Congreso un proyecto de ley que, de ser aprobado, podría cambiar el curso de la guerra. La iniciativa, impulsada por el senador Jimmy Chamorro, busca incorporar a la Constitución el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional con el fin de que crímenes atroces como el genocidio, el secuestro y la tortura, entre muchos otros, no tengan jurisdicción ni sean cobijados por el velo de la impunidad. Este es quizás el paso más importante en la globalización de la justicia y es de vital importancia para Colombia ya que es uno de los países donde más flagrantemente se viola el Derecho Internacional Humanitario. Los tribunales de Ruanda y Bosnia, el conocido episodio Pinochet y el caso de los generales argentinos, a pesar de sus matices, son una antesala del férreo compromiso de la comunidad internacional para perseguir, estén donde estén, a los autores de crímenes de lesa humanidad. La conformación de esta Corte Internacional, que está presupuestada para fin de año, es un campanazo de alerta para los actores del conflicto colombiano, llámense Castaño, Marulanda o ‘Jojoy’, ya que en poco tiempo no habrá guarida para quienes atenten contra la dignidad humana.