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A la CAR se le fue la mano

16 de mayo de 2009

En una decisión desproporcionada y arbitraria, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) les ordenó a la Empresa de Acueducto de Bogotá (Eaab) y a ocho municipios de la Sabana suspender el suministro de los ríos Bogotá y Teusacá para el servicio de acueducto, que beneficia a 2.500.000 personas. Esto porque, según la entidad, ninguno de los municipios ni sus empresas tienen la concesión para hacerlo. La medida, que dejaría fuera de servicio a la planta de Tibitoc y pondría en graves problemas a los habitantes de Kennedy, Engativá, Suba, Fontibón y Bosa, es tan absurda, que el mismo Ministerio de Ambiente pidió derogarla. Lo increíble es que desde hace tiempo el Acueducto de Bogotá solicitó la prórroga de la concesión de aguas, pero la CAR ha dilatado el proceso y se ha negado a dar una licencia de largo plazo, al parecer para dar una demostración de autoridad. En vez de afectar a los ciudadanos, lo que la entidad debería hacer de una vez por todas es liderar el saneamiento del río Bogotá, darle un buen uso al 7,5 por ciento del impuesto predial que pagan los bogotanos y que termina en sus arcas y evitar que la Sabana y los cerros sigan siendo depredados con el silencio cómplice de la entidad.