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Casco, chaleco y palustre

Desde la alocución presidencial en la cual Juan Manuel Santos designó a Germán Vargas Lleras como cabeza de la cartera de Vivienda, el ministro no había querido hablar en propiedad sobre las 100.000 casas.

19 de mayo de 2012

Desde la alocución presidencial en la cual Juan Manuel Santos designó a Germán Vargas Lleras como cabeza de la cartera de Vivienda, el ministro no había querido hablar en propiedad sobre las 100.000 casas. Sin embargo, su silencio se agotó el jueves pasado cuando se posesionó oficialmente como ministro de Vivienda. En el acto, el presidente rompió el protocolo y le entregó a Vargas un chaleco rojo y un casco y le dijo “desde ahora, lo quiero ver pegando ladrillos”. Vargas abandonará el Congreso, su hábitat natural, y se enfrentará a uno de los retos más grandes de toda su carrera: pasar del dicho al hecho y hacer realidad el plan de vivienda de interés social para los más pobres en un año. En el consejo de ministros ya no evaluarán su desempeño en número de leyes aprobadas sino en cantidad de casas construidas. Solo el tiempo dirá si en este cargo logra mantenerse como el campeón de la ejecución del gabinete. El reloj ya empezó a correr.