Home

Enfoque

Artículo

CONSERVATISMO: UNIDAD EN LA DIVERSIDAD

CARLOS HOLGUIN SARDI

17 de octubre de 1983

Recientemente elegido Presidente del Senado, Carlos Holguín Sardi, vallecaucano, 42 años, heredero de una vocación política que se remonta al siglo pasado, hablo con SEMANA sobre el Congreso y la posible candidatura de Alvaro Gómez.
S.: ¿Qué planes tiene usted para controlar en el Senado atavismos clásicos de nuestras cámaras legislativas como el ausentismo y el turismo parlamentario?
C.H.: En el Senado de hoy no existe esa anarquía de hace unos años, cuando funcionaba una nómina de 300 a 700 personas que sólo venían a cobrar el sueldo. Hoy el 96% del personal empleado efectivamente trabaja. En cuanto al ausentismo, éste depende de qué se esté haciendo en el Senado. Si hay temas, si el gobierno presenta proyectos, si insiste, si no deja el Congreso abandonado, pues los parlamentarios no tienen más remedio que trabajar. Esto se demostró en las sesiones extras, cuando había mucho trabajo y por consiguiente no hubo ausentismo. Y sobre el llamado turismo parlamentario, procuraremos que en el futuro las delegaciones salgan con una agenda de trabajo y estudio, así como de objetivos concretos.
S.: ¿Qué perspectivas le ve al proyecto bandera de la financiación de los partidos y al debate sobre los "dineros calientes"?
C.H.: Me parece fundamental legislar sobre la financiación de las campañas políticas en el país, así como ponerle un tope a los aportes que pueden hacerse a los partidos y establecer la obligación de publicar el nombre de los donantes, para limitar así el efecto del dinero en las campañas. Es obvio que en principio la gente no tomará bien la idea de financiar las campañas, pero debe aprender que la democracia tiene un costo, y que si alguien tiene que pagarlo es mejor que lo hagan el Estado y los contribuyentes con un criterio de igualdad y equidad.
En cuanto al debate de los "dineros calientes", no se le puede sacar el cuerpo. Sería fatal para el país que quedara la sensación de que hubo un pacto de silencio. Pero el debate fue desviado desde el comienzo, porque se pretendió como objetivo enlodar a la clase política.
S: ¿Cree usted que sí hay manera de hacer que el parlamento colombiano funcione?
C.H.: Este país, como dice López, vive de titulares y de lugares comunes. Uno de los lugares comunes favoritos es el de achacarle todos los males del país a la política. "Hay que despolitizar", se dice muy comúnmente como fórmula. Eso nos ha creado un condicionamiento de conducta. Yo creo que nuestras instituciones, entre otras esta del parlamento, tienen una gran cantidad de deficiencias, pero son mejores de lo que la gente cree o piensa.
S: ¿Qué trascendencia política tuvo su elección como presidente del Senado?
C.H.: Desde el punto de vista político, el conservatismo dejó de ser un partido de vicepresidentes para convertirse en uno de presidencias. El conservatismo era en el Congreso un partido acomplejado, resignado a ser minoría. Haber logrado la presidencia del Senado le da oxígeno al partido, y lo impulsa e incentiva para mantener vivo lo que logró el 30 de mayo.
S.: ¿Qué presente y qué futuro le ve usted al alvarismo?
C.H.: El alvarismo no existe. Murió con la unidad conservadora, como murieron todos los antiguos sectores. Aunque es cierto que todavía se mantienen los estilos dentro de lo que podría denominarse "la unidad en la diversidad", yo siento cada vez más fuerte la convicción de que nos amalgamamos, de que llegamos a una simbiosis total. Pero insisto en que el talante alvarista aún subsiste. Después de haber hecho una escuela tan larga, eso no se borra. Se mantiene como una fuerza que se diferencia. Algunos dicen que porque somos más sectarios, otros porque somos más logia, o más serios, o más doctrinarios. Pero existe, evidente y afortunadamente, una diferenciación.
S.: ¿Qué opina de la candidatura de Alvaro Gómez?
C.H.: La candidatura de Alvaro Gómez es inevitable. Y no habrá confrontación con el ex presidente Pastrana, porque estamos políticamente unidos. Pastrana está plenamente realizado y ha logrado lo que sólo Laureano Gómez logró en este siglo: tener a todo su partido en torno a él. Por eso el partido apoya a Belisario, pero respeta a Pastrana y tiene la seguridad de que el candidato será Alvaro.
S.: ¿Cree usted entonces que la candidatura de Alvaro Gómez será nacional?
C.H.: Cualquier meta del partido debe ser en función de la unión. La unión hay que mantenerla, hay que cuidarla. Pero el conservatismo, fuera de su unidad interna, depende en su futuro de la respuesta que le dé al momento que vive el país. Estamos viviendo un momento de espíritu nacional, de apertura democrática. El país no quiere saber nada de república liberal o conservadora. Por consiguiente, considero que Alvaro Gómez Hurtado cometería un error presentando su candidatura en un contexto sectario. Su candidatura debe tener un contexto nacional, y yo creo que lo está logrando. Lo consiguió en muchas oportunidades durante el Frente Nacional, pero lo desvirtuó la publicidad liberal.--