Corte de infarto

En la Corte Suprema deben estar preocupados por el grado de estrés al que están sometidos sus magistrados. En lo que va corrido del año, tres de ellos han tenido que salir de urgencias para la clínica. El primero fue el hoy presidente encargado, Jaime Arrubla, quien se desplomó en febrero en momentos en que leía un discurso frente a la Sala Plena. Le pusieron cuatro bypass. El segundo caso fue el del ex presidente de la Corte Francisco Ricaurte, hace un mes. El médico lo puso bajo observación estricta. Y el tercero fue Sigifredo Espinosa, el miércoles de la semana pasada. Ya fue dado de alta. Por fortuna, todos están ahora bien. Sin duda, los debates en la Corte para elegir Fiscal no han estado nada tranquilos.