Daniel Arango Jaramillo

Hace algunos días pasó injustamente inadvertido el fallecimiento de Daniel Arango Jaramillo, uno de los más destacados intelectuales colombianos del último siglo. Nacido en Villavicencio en 1921, se graduó de Derecho en 1943 de la Universidad Nacional. Muy joven se vinculó a la Universidad de los Andes y, a pesar de que ocupó múltiples posiciones en la administración pública y en la política, sus lazos con esa alma máter nunca se rompieron. Luego de ser su decano de estudios entre 1950 y 1952, fue su vicerrector hasta 1959. En 1966 el Instituto Caro y Cuervo recopiló sus ensayos en el libro La ciudad de Is. Pasó los años siguientes en labores académicas y diplomáticas en Europa, y a su regreso fue gobernador del Meta hasta cuando el presidente Guillermo León Valencia lo nombró ministro de Educación. En 1969 regresó a Los Andes como miembro del consejo directivo, fue representante a la Cámara entre 1974 y 1978, y concejal de Bogotá hasta cuando fue enviado como embajador ante la Unesco, en la que formó parte del Consejo Ejecutivo. Al volver al país retomó sus lazos con Los Andes, donde creó la revista Texto y Contexto, de la facultad de Humanidades. De las múltiples distinciones que recibió, tal vez la que más apreciaba era ser su profesor emérito. Dotado de un enorme encanto personal y gran facilidad de expresión, su vasta y profunda cultura hacía de él un interlocutor extraordinario, sobre todo cuando hablaba de la cultura griega, su mayor pasión.